…”Muy pronto todos los placeres se resumieron para él en la compañía de una joven que se los duplicaba, al compartirlos. Creyó sentir que la amaba, pero mantuvo sin embargo cierta reserva con ella: la sabía absolutamente pura, aunque impaciente por la espera de la llegada de su marido; además, no estaba seguro de amarla verdaderamente y percibía vagamente qué pecado sería arrastrarla a obrar mal. En qué momento se habían desnaturalizado sus relaciones, nunca pudo recordarlo. Ahora, como en virtud de tácito acuerdo, cuya época no podía determinar, le besaba las muñecas y le pasaba la mano en torno al cuello. Parecía tan feliz que una tarde hizo más aún empezó por abrazarla; luego la acarició largamente y la besó de nuevo sobre los ojos, sobre la mejilla, sobre los labios, en el cuello, en los ángulos de la nariz. La boca de la joven, sonriendo, se adelantaba a las caricias y sus miradas brillaban en las profundidades como un agua entibiada de sol. Las caricias de Baldassare se habían hecho más audaces, sin embargo; en determinado momento, la miró; le sorprendió su palidez, la infinita desesperación que expresaban su frente muerta, sus ojos afligidos y cansados que lloraban, en miradas más tristes que lágrimas, como la tortura soportada durante la crucifixión o después de la pérdida irreparable de un ser adorado. La contempló un instante; y entonces en un esfuerzo supremo, elevó hacia él sus ojos suplicantes que pedían merced, al mismo tiempo que su boca ávida, con un movimiento inconsciente y convulso, de nuevo solicitaba besos…”.

Extracto de  Los Placeres y los días
Marcel Proust










Minutos crueles


Palpitaciones firmes

minutos inflamados, crueles.

Ojos que la acechan

lejos de mirarla

devorando su cuerpo

sin tocarla.


Verdugo con hacha

sufrimiento rasurado

 alma profana:

no poseerlo.

Alborada cauta

deseos…


Yacer en otro lecho

rosas y espinas, magullada.

Saber que la gozan

sin tan siquiera catarla.

Pasan horas,

días, semanas...


Pétalos doblados

curvas derrochadas

sentimientos perdidos

en manos sádicas:

torturada.

El viento camina.


Labios golosos

lisonjas dominadas

cuerpo de Afrodita

manos de nácar.

Contorno de caderas:

nalgas.


Corazón desbocado

mañana clara.

Amantes perdidos

recordando las miradas

quizás en otro encuentro

el agua los bañara.



Barbarie carnal

vía crucis de penas

seducción fatua.

Sorber sin ser forzada

pensamientos unidos:

anhelo.


Sangre amarga

licuada de angustia

amasada por rencores:

fuga.

Deseos minimizados

en un adiós eterno.


Furia contenida

café humeante

en taza ácida;

para nada.

El tiempo pasa.




©Anna Genovés
12/07/2014

Propiedad Intelectual
V-490-14
Fotografía tomada de Google
Mis agradecimientos al fotógrafo
Ruslan Lobanov




Soldier on - Richard Hawley

(traducida)




                                

Minutos crueles

by on 20:02:00
…”Muy pronto todos los placeres se resumieron para él en la compañía de una joven que se los duplicaba, al compartirlos. Creyó se...



















Soñar con Marte


Deseó vivir en Marte. Y apenas acarició la Luna.

Dedos gruesos y hermosa cabellera. Los sueños se esfumaron en una cafetera. Discerniendo pensamientos en su carne fermentada. Caminando sobre el asfalto de madera. Pasillo arriba, pasillo abajo. En su casa: una nevera. Sus manos se agrietaron y dejaron la pluma en el tintero. Dejó de soñar. Dejó de escribir cuentos. Se levantó a fumar un pitillo. Volvió al lecho.


Deseó vivir en Marte. Y fue una legaña.

Pegada a los ojos de las ventanas. Adosada a las pestañas de las puertas. Nariz que husmea. Boca lisiada en morada ajena. Hereje de finca terrena.


Deseó vivir en Marte. Y nadó en una pecera.

Acoplado su cuerpo a las deformidades apáticas. La vejez llamó una mañana, y la siguiente, estuvo muerta. Sus cruces se hicieron llagas. Sus martirios, calaveras. Su música dejó de sonar. Los R&B perdidos en la hoguera. Y mientras siguió la rutina de la noche; esperó quieta. No hubo luz. No hubo juegos ni osos de peluche o muñecas.


Deseó vivir en Marte. Y fue una gota pasajera.

Lluvia cayó sobre la alfombra mojada. Comió hierba. Brotes secos. Flores blancas. Lirios estilizados y lechugas interfectas. Los platos vacíos. Las fuentes llenas. Las mesas sin sillas. Las camas sin telas. La mañana fue gris. La tarde grana. La noche índigo. Como su alma templa.


Deseó vivir en Marte. Y apenas acarició la Luna.

Pidió que leyeran sus letras. Viento efímero que vuela. Un día dejó de soñar. Dejó de escribir quimeras. Dejó de existir. Igual que vino al mundo, marchó en una aurora tétrica.


©Anna Genovés
31/08/2014

Registro Propiedad Intelectual
V ― 490 ― 14
Imagen tomada de Google
Mis agradecimientos al fotógrafo
Ruslan Lobanov


Aretha Franklin: This Bitter Earth (Subtitulada en español)





Soñar con Marte

by on 21:21:00
Soñar con Marte Deseó vivir en Marte. Y apenas acarició la Luna. Dedos gruesos y hermosa cabellera. Los sueñ...














El desierto de Atalanta


La carretera estaba oscura. Circulaba con mi Harley. Una hilera de árboles marcaba el camino a seguir. Las sombras estaban llenas de luciérnagas. Era extraño. En mi cabeza no dejaba de sonar  la canción de Aerosmith en Armageddon: "I Don't Want to Miss a Thing". Cuando Bruce Willis se despide de la Tierra. Me veía reflejada en aquel adiós; en mi última noche. El cielo me lo decía. Mi cuerpo lo acompañaba. Mis manos soltaban el volante. Allí, en el desierto que había bautizado con el nombre de Atalanta (en honor a la heroína griega cazadora), me despediría de todos: sería fácil. Deseaba que mi chopper volara sola. Las manos en la nuca, los codos abiertos. Los pies laxos, en los pedales y el rostro húmedo por el aire; sin casco, mirando el haz negro de la carretera. Todo daba igual. Pasé mis últimos días en Diwaniya, Irak. Era conductora de ambulancias del hospital de campaña. Estaba ebria de cuerpos tullidos. No existían cortinas ni catres. Una amalgama de carne ensangrentada se mecía con la muerte en un vals perpetuo. La compañía al completo estaba herida o triturada por las bombas. Ya no soportaba aquella guerra donde la muerte había traspasado la línea de la vida ante mis ojos. Mi masa encefálica se había convertido en crisol de horrores diarios. Las pupilas estaban dilatadas de tanto peyote. Mi organismo convulsionaba: era feliz. Ya no veía sangre. Ya no veía cuerpos desmembrados. Era uno más: uno de tantos.



©Anna Genovés
Todos los derechos reservados a su autora
Propiedad Intelectual
V - 488 - 14
Imagen tomadas de Google


Aerosmith - I Don't Want To Miss a Thing
(Subtitulado Español)



                        









La flor de tu rocío



Suspira cuando lo ve

sus ojos le acarician

besan la piel

sin posar los labios.

La mudez del sacrificio. Ídolo. Macho alfa u hombre zeta. ¿Quién eres? –pregunta la mujer espesa—. ¡Contesta!

Las facciones anónimas

son tu receta

pócima bautismal

que acrecienta el deseo.

Acaricia la esencia de un calvario perpetúo. Labios fresa. Aroma sexual que enajena los sentidos. Lujuria contenida. Tedio.

Descubre su pecho

en los brazos de Morfeo

cabello oscuro

y piel bronce.

Detuvo la vida en un instante oscuro. Lo deseaba todo y nada obtuvo. Ahora, sobras –mujer dolida—. Lamento.

Músculos prietos

y palabras grises

la miró un día

y hechizó su espíritu.

Aunque el tiempo caduco olvide el deseo apartando el idilio de sus brazos y sus cuerpos –mujer resignada—. Viva.

Manos hermosas

y piernas largas

ríe sus torpezas

y anhela sus palabras.

Adonis frío como la Aurora y tibio como la cera de la vela pecadora. Neptuno y Salacia. Dios y Nereida oceánica.

Todo o nada

nada o la flor de tu rocío

suculento

maná que brota.

Suplicio.


©Anna Genovés
31/10/2013

Modificado
15/08/2014
Propiedad intelectual
V-490-12
Fotografía tomada de Google
Mis agradecimientos al fotógrafo
Anton Belovodchenko



Flower your dew

She sighs when she sees him, his eyes caress you, he Kiss skin without posing the lips. The muteness of the sacrifice. Idol. Alpha male or man zeta. Who are you? –asks the thick woman—. Answer me!  Anonymous factions are your recipe baptismal, potion that it increases desire. Cherish the essence of a calvary lifelong. Lips strawberry. Sexual aroma that alienates the senses. Lust contained. Tedium. Discover your chest in the arms of Morpheus, dark hair and bronze skin. He stopped living in a dark moment. She wanted everything and nothing gained. Now, leftover –hurt woman—. I regret. Tight muscles and grey words. He looked at her one day and she thrilled his spirit. Although outdated time forget to wish away the idyll of their arms and their bodies –women resigned—. Live. Beautiful hands and long legs, he laugh your clumsiness and longs for his words. Adonis cold as the Aurora and warm candle wax as sinful. Neptune and Salacia. God and oceanic Nereida. All or nothing. Nothing or your dew flower succulent. Manna flowing. Torment.

English translation

©Anna Genovés
29/01/2016 


Nina Simone. Tomorrow is my turn. (Subtitulado español)



                                            













Sin recuerdos


Deslizo mis dedos por tus ojos, tu nariz, tus labios… Aquello que deseo tener cerca. Rozar tu piel. Oler tu aroma. ¡Imposible!

No escucho tu persona

no ocupas un lugar en mi memoria

te marchaste sin avisar

creyendo que serías mi ahora.

Sin embargo, nada te retuvo. Ni mis besos ni mi boca. Fruta madura que sigue en el árbol. El deseo es mi esquela. Te veo.

Vagabundo que azotas mis entrañas

mientras vomito tu deshonra

noches de lujuria envilecida

yacías con otra.

Descompongo mis abrazos en el aire. Destrozo la locura que me azota. Y siento que me falta tu aliento. Tu persona.

Tu mirada deseosa

pertenece al pasado

nunca será mi bálsamo

descansas en mi razón.

Retículo oscuro y olvidado que bombea latidos a deshoras. Olfateo tu ropa. Corazón mutilado. Alma violada. Adiós.

Envuelta en una lona

cubro mi cuerpo si hace frío

algodón para el estío

sonajeros en el asfalto.

Juegos de Barbie sin Ken. Necesito un recuerdo. El viento sopla. No te puedo retener. No recuerdo ni tu voz temblorosa.



©Anna Genovés
04/10/2013

Modificada 07/07/2014
Todos los derechos reservados a su autora
Asiento Propiedad Intelectual 09/2015/430
Imagen tomada de Google
Mis agradecimientos al fotógrafo
Russian Lovanob


*Dedicada a todas las personas que están pasando por una ruptura sentimental.



Gloomy sunday - Billie Holiday (subtítulos en español)

                                                            .

Sin recuerdos

by on 13:31:00
Sin recuerdos Deslizo mis dedos por tus ojos, tu nariz, tus labios… Aquello que deseo tener cerca. Rozar tu pi...










Desde el infierno


El hombre dijo que el suicido era la prolongación de la vida. Lo dijo ayer. Lo dice hoy, cuando el cuerpo se pudre y los ojos son de hormigón. Boca pequeña; sonrisa de medio lado. Carne flácida que resbala por las camisas. Medias lisas. Sujetadores apretados.

Podría volar por los aires

derramar los órganos

sobre el chasis de un camión

tomar sedantes…

Sigue impasible, mirando la vida con una jeringa adherida al brazo. Línea vital que no cruza. Lado oscuro rechazado. Engaños y más engaños. Las mujeres lo retinen; llenan sus pulmones de opio: flor maldita. Sábanas luctuosas.

Sexo paralizado en una baldosa

miradas viciosas

soplos de aire turbio

burdel nocturno

Junto a Baudelaire y Lautrec, hablando de horrores. Glandes inertes. Las meretrices se masturban con la muerte. Botellas de Absenta vacías. Pitillos en ceniceros. Delirium tremens. Nada es lo que parece. ¿Por qué los poetas se suicidan? ¿Por qué lo escritores mueren? 

Él se nutre de rencor

ellas de esencia viva

mientras devoran

corazones, suspiran

Venas largas, encharcadas en la noche. La noche que no se acaba. La pobre noche. Mentes prodigiosas derramadas en un cuenco. Un cuenco con sangre negra. Un cuenco. Mueren una y mil veces. Liberan su mente atrapados en un foso. Un foso que nunca muerde. Un foso.

Espíritus amputados

huesos de cristal

músculos de hiedra

intestinos de metal




Desde el infierno

entrañas de vida.


©Anna Genovés
02/04/2013
Modificación 03/08/2014
Propiedad intelectual
V-488/490-14


The sisters of mercy - When you don't see me (subtitulada)


             











Segunda mano


En estos tiempos de crisis, la mayoría de negocios cierran sus puertas. En las ciudades aparecen calles repletas de bajos con carteles de “se alquila”, “se traspasa”, “se vende” o “liquidación por cierre”. Es parte del pan nuestro de cada día; la interminable crisis de la destrucción de toda economía visible. Esencialmente, la de los ciudadanos de a pie. Los inmuebles desmantelados se han convertido en el nuevo escenario artístico que empobrece la imagen global de la metrópoli. Cuando la economía era fructífera, muchas personas tuvimos la suerte de viajar a otros países. Recuerdo que siempre me apenaba ver una localidad con anuncios similares: ahora nos ha tocado a nosotros vivir en el reverso de la moneda.

Pese a ello, algunos negocios se libran de la quema e incluso proliferan en esta nueva coyuntura. Es el caso de los negocios de compra y venta de oro. La tentación de golpear los escaparates repletos de oropel, es grande. No porque deseemos enjoyarnos al modo del mítico Mr. T del Equipo A, sino porque lo revenderíamos de inmediato para adquirir las cosas que realmente necesitamos: pagar el agua, la luz, el gas, la conexión a internet, el teléfono móvil, y lo principal; la cesta de la compra. Sin alimento dentro del estómago: mal asunto. Por ello, ideas tan peregrinas como la de usurpar y delinquir, es mejor mantenerlas alejadas de nuestro valores. Ni podemos, ni debemos caer por los senderos del crimen. Posiblemente, si lo hiciéramos, todo aquello por lo que hemos luchado se iría al traste. 









En la misma línea, están los establecimientos de compra-venta de segunda, tercera, cuarta o quinta mano, de cualquier objeto con un mínimo de valor. El rey del sector es la multinacional australiana Cash Converters. Donde te compran hasta un cargador de móvil o un DVD por unos céntimos de euros. Entre una larga lista de objetos dispares: artículos para el espía aficionado, guantes de beisbol, muñecas de porcelana antigua, zuecos suizos… Son negocios que crecen en geografías donde la crisis se está cebando con sus modelos de trabajo, empresa y la podredumbre de sus congéneres. Sin embargo, sus orígenes parten de una filosofía muy diferente. En los países anglosajones, la cultura de la segunda mano es una forma de conseguir auténticas gangas. Pues también se puede cambiar o empeñar un producto. Inclusive han llegado a la TV en el segundo canal del grupo Sexta, donde se emite un reality sobre el día a día de una tienda de USA.


Hace años, en la España poderosa se consideraban los bazares de los apestados. Veías series interminables de emigrantes malvendiendo lo poco que tenían. En la actualidad, casi todos vendemos alguna cosilla por aquello de: “no lo necesito”. Para limpiar nuestra conciencia de: “no tengo ni un puñetero céntimo”. El instinto de supervivencia se mantiene intacto hasta la muerte. El interior de estos emporios, se caracteriza por un ambiente interminable de personas que entran y salen. La mezcla de los enseres polvorientos que dejaron otros ciudadanos de a pie. Ahí es cuando comprendemos lo que tenemos y lo que teníamos. La esencia de la próspera sociedad de consumo que nos vende una mejor vida cuando es un consorcio con más agujeros que los pantalones de Oliver Twist, está implícita en cada recoveco de estos establecimientos.

Pero no todo es malo en estos comercios de tropecientas manos. Tenía un amigo, licenciado y con un piquito de oro, que trabajaba en un C&C. Siempre que había algún chollo me lo decía. Compré un portátil Toshiba valorado en 800€, por 400€. A estrenar, revendido por un yuppie: un regalo que le había hecho su empresa y que él desestimaba porque sólo utilizaba Apple. ¡Me dio un resultado estupendo! ¡Ojo! Ellos lo habían adquirido por 100€. El negocio es redondo. Las tiendas de segunda mano siempre tienen superávit. Aunque sus empleados cobren sueldos paupérrimos y nos compren lo que les llevemos a un precio irrisorio. El director general de Second Market, Santiago Bartolomé, confiesa: "es un sector que está evolucionando mucho en nuestro país y que no precisa de fuertes inversiones”. Actualmente, el compendio de este tipo de negocios factura unos 7.000 millones de euros anuales. Pero en unos años, podría alcanzar la cifra de 30.000 millones de euros.


Compra-venta…
“Hay una oferta para cada demanda”.
Florence Scovel


Anna Genovés

P.D. Artículo publicado hace meses en el diario EL COTIDIANO:



Segunda mano

by on 22:22:00
Segunda mano En estos tiempos de crisis, la mayoría de negocios cierran sus puertas. En las ciudades aparecen...