NORMA JEAN









NORMA JEAN




¡Qué pequeña me siento!
¡Qué vergüenza tengo!

Prostituyendo mi alma

Cuando, antes,
Prostituí mi cuerpo.

Un lugar de paso
con rostros añejos

escuchando palabras de otros...

Que mal entiendo.

Me miro en el espejo

y vomito sangre por los poros de mi cuerpo,

por mis lagrimales opacos
y por los dedos que no me veo.

¿Para qué?
Para sentirme a gusto conmigo misma

para tener algo en lo que creer,

cuando una enorme telaraña se ciñe a mi vida
y mis ojos, comienzan a no ver.


Ahora, ¿qué quiero?
Con desconocidos
que buscan abducir

el fluido de la juventud…
De sus carnes prietas

y sus ojos traslúcidos

de sus rostros gráciles

y sus almas etéreas

creyéndose jóvenes, cuando no lo son.

 Cuando, caminan hacia abajo
por una cuesta en declive
donde el inicio desapareció.
Juego a ser la reina de un baile de máscaras
agrietadas por el horror.


La perfecta señorita que todos miran
y todos ven.

Una sonrisa ingenua,

un levantarme al servicio,

bailando con las puntas de los pies.

Una mirada queda,

un suspiro de emoción.

ensayado al milímetro,

pensado con antelación.

Interpretando el papel de mi vida…

Ésa que se me escapa

por las mejillas alicaídas
y las estrías de mi piel…

Me digo a mí misma ¡cuidado!
No vayas a tirar el Dry Martini
y quedes mal.
Mesura y feminidad

para atraer a los machos…

Con tus gotas de perfume, por aquí y por allá.

¡Qué bien hueles!

Te han dicho al llegar,
y te sientes profana de tu cuerpo
y de los cuerpos muertos
que te miran sin cesar.
Pero, sigues interpretando –como Norma Jean-

su papel final.

Como si fueras una flor recién cortada

sin espinas ni ambigüedades…

Como si, todo, lo entendieras

como si, todo, girara a tu alrededor.

Mater Terra

¿Para qué?




Anna Genovés
23/02/2013



Derechos reservados a su autora,

Ana Mª Genovés Badenes

SOL. PROPIEDAD INTELECTUAL

V-1270-12


Presentado al concurso

“CERTAMEN JUEGOS FLORALES DEL AÑO MMXIII”

Sin Premiar






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