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David González: kinki, dandi y poeta

 

Según la Biblia, David, fue un ilustre gobernante del Antiguo Israel y, por tanto, una figura histórica.


De todos es conocida su leyenda; el menor de ocho hermanos. Pastor que tocaba el arpa de manera primorosa y que protegía a los rebaños de las fieras. Por su condición de músico, el profeta Samuel lo llevó junto al rey Saúl para apaciguar sus inquietudes.


Israel estaba en guerra con los filisteos, donde le gigante Goliat aterrorizaba a los guerreros. Pero el joven pastor se ofreció a dominarlo con una honda. Pese a las burlas del ejército, lo venció con una piedra pequeña que incrustó en su frente. El gigante cayó y, él, aprovecho el momento para cortarle la cabeza con su propia espada. Más tarde, fue rey. No obstante, como todo hijo de vecino, de adulto, pecó.


¿Acaso David González no es otro David bíblico? Pocos le hicieron caso mientras vivía; su personalidad anulaba sus letras, como si el vestir de una persona o las maneras aniquilen el buen hacer. En una sociedad donde se etiqueta por pestañear sin rímel –sin obligaciones, claro. Uno o una se maquilla porque le sale del orto y punto—. Es difícil encajar con unas botas de serpiente, andares genuinos de kinki dandi y tatuajes del talego.


A David los meritorios y los encumbrados lo miraban de reojo; como un pedigüeño que lloraba por editar un poemario, una novela… –como a muchos de nosotros—. Vencido por el ejército que solo acoge con santo y seña, a veces, deseaba morir. Algo opuesto a los conocidos de… a los lameculos de… a las presentadoras de… o a las que, en vez de mostrar literatura, presentan sus atributos porque les sale de los ovarios. Después, su poesía, ía, ía, ía… o su prosa, osa, osa, osa… va directa a los palcos VIP. Buenas o malas, nadie las patea.

 

En fin, él iba de "hago lo que me da la gana" y no me junto con aquellos snobs estirados y opositores a la pajarita de Wolfe; prefería emborracharse, fumar mota y esnifarse la costa astur... Malvivir arropado por versos escritos en papel higiénico de algún after solitario. ¡Ay! Te distinguieron los tuyos, pero nadie luchó por ti.


David quiso ser un poeta maldito y así lo bautizaron. Ahora que el cáncer de esófago lo ha destruido en menos de cuatro rimas, igual le colocan el Loewe de Poesía, póstumo. ¿Quién sabe? Todo es posible en un mundo hipócrita donde importa más la pose que ser tú mismo. Se lo llevó una enfermedad terminal y su muerte ha podido con el gigante que, ahora, loa sus pies.


Chatee con él una o dos veces y apenas conozco su obra. Era uno más de los que intentamos ser y no somos. Uno más del grupo impío que se ahoga entre prosa invisible y versos condenados.


Tal vez, tengamos que morir para ser reconocidos.

 

©Anna Genovés

Seis de enero de 2023

 

 

David

 

David tu cuerpo nos dejó

 

Tu cuerpo lleno de aflicción y dolor por no ser viento

 

Tu cuerpo lleno de pústulas que crecieron desde pequeño

 

Organismo que se debatió entre la vida y la muerte, un millón de veces

 

Amigo desconocido que fuiste, serás y eres, un​o​ más de la rueda del infortunio

 

Nadie nos protege

 

Nadie nos alumbra

 

Nadie nos quiere

 

Somos hijos de la calle

 

Hijos que nunca duermen

 

Donde estés, aquí tienes tu hueco

 

 

©Anna Genovés

Obituario a David González

Lunes 6 de febrero de 2023​

RIP amigo







 

#DavidGonzalez #Obituario #poesía #poesiaespañol #adios

 

Obituarios


La nueva España. Fallece el poeta gijonés David González


El comercio. Muere el poeta gijonés David González


El español. Muere David González, el poeta maldito que se hizo escritor en la cárcel gracias a Bukowski, a los 59 años


El país. Macarra y genuino: David González, la muerte del poeta maldito que descubrió la escritura en la cárcel


Tam-tam press. Muere el poeta David Gonzáles dejando enlas librerías su último poemario, La canción de la luciérnaga


 

Wikipedia

David González (poeta)


 



 




Ucrania


 


Caballo blanco nieve 


Que se tiñó de muerte


Y yace roja sangre


Cuerpos mutilados


Mujeres violadas


Niños sin padres


Y ancianos sin nada


¿Qué tiene que suceder para que el mundo hable?


La Paz huye con pavor


Enviamos armas, pero no soldados


Enviamos ayuda humanitaria, pero no tanques


Mientras los aviones supuran bombas días, noches y tardes


Hedor a carne quemada, a manchas que vivirán en todas partes


Dejamos crecer al monstruo: mejor dinero que almas


Crecido y abominable, nadie lo detiene 


Aunque arrase un país y, después, otro


¿Quién sabe?


Por la cabeza del delirado, las cosas nacen y se hacen


Ni importan las personas ni los animales


Ni el número de cadáveres


Lo mismo da uno que un millón


Sangre y campanas de temor


Sirenas que suenan como un badajo perpetuo


La ermita tiene la cruz invertida y gobierna la zeta


Fuera la zeta matavidas ¡fuera!


La guadaña purga con bombas de racimo o nucleares


Armas biológicas o químicas… nadie lo sabe


Ángel vengador, elimina a quienes aniquilan como si no existiera nadie


No quedan edificios en Mariúpol, tampoco en otras ciudades


Las zanjas de los muertos se cubren con cadáveres de todas las edades


Bucha es el principio del horror


Y el mundo lo sabe

 



@Anna Genovés

Sábado, nueve de abril de 2022

 








#Ucrania #solidaridad #poesiasocial #annagenoves #invasionrusa #porlapaz #heroes 








Humanos

 

 

Humanos. Siempre humanos

Los animales

Más detestables de la Tierra

 

 

La Tierra no se muere: la asesinamos

No porque avancemos…

Ella nos deja; le gusta jugar con nosotros

 

 

Aunque suponga una herida que palia sin tregua

Pero, no tenemos remedio

Hablemos de los sobornos en tiempo de guerra

 

 

Hay héroes que mueren por su país

Mientras otros desaparecen

A golpe de talonario o como sea

Quizá vendan a sus hijos o se reconviertan

 

 

¿Qué no quieren morir? Nadie quiere

Mejor paz que guerra

Os roban la vida: luchad por ella

Sed el guano que la alimenta

 

 

Allí donde crecisteis

Hasta que la repudiasteis

A ella que os amamantó cuando teníais hambre

Y os dio lo mejor que tenía para que vivierais

 

 

Desertores cobardes

Traficantes de carne quemada

Y de buenas maneras

Sois lo que sois: excrementos.

 

 

©Anna Genovés

Trece de agosto de 2023

 

Lloro por Ucrania y por el horror del mundo que veo

Entre las ventanas ajadas de mi casa

Y la presbicia que me acecha

 





Ucrania

by on 19:19:00
  Ucrania   Caballo blanco nieve  Que se tiñó de muerte Y yace roja sangre Cuerpos mutilados Mujeres violadas Niños sin padres ...








Albufera en español




Rostro secado al aire
mordido por ánades
cigüeñuelas, garzas reales;
cuerpo de madre
que abriga vida en sus aguas quietas.



Viviendas tradicionales, barracas yermas
barcas cruzando el lago
piernas sembrando el marjal;
el lodo de sus entrañas
es vida llena.




Poblada desde antiguo
cosida a la tierra;
artistas fraguando su leyenda
colmada de tradición,
raíces en barrizal de arena.




Aneas, mansiegas y carrizos,
anguilas, samarugos y lubinas bellas;
fauna autóctona que navega
nidos de paja, colonias de aves
que se esfuman y regresan.




Tradición de justillos brocados
y calzones de tela
de broches con vírgenes
y espardeñas,
de paellas a la leña;
arrozales colmados de alegrías y penas.




¿Quién no pensó en el amor
mirando sus campos
anegados de sentimientos?
Acequias, comarcas, ribera
de ríos y vida entera.




¿Quién no retuvo su paz
al ocultar su condena?
Cañas y barro
Albufera de Valencia
Albufera nuestra.



©Anna Genovés
12/12/2014

Todos los derechos reservados a su autora







Albufera en valenciano

 

Rostre assecat a l'aire

mossegat per ànecs,

cigüeñuelas, garses reals;

cos de mare

que abriga vida en les seues aigües quietes.

 

 

Habitatges tradicionals, barraques ermes,

barques travessant el llac,

cames sembrant la marjal;

el llot de les seues entranyes

és vida plena.

 

 

Poblada des d'antic,

cosida a la terra;

artistes forjant la seua llegenda

satisfeta de tradició,

arrels en fanguer d'arena.

 

 

Aneas, mansiegas i canyisos,

anguiles, samarugos i llobarros bells;

fauna autòctona que navega,

nius de palla, colònies d'ocells

que s'esfumen i tornen.

 

 

Tradició de justillos brocats

i calçons de tela,

de fermalls amb verges

i espardeñas,

de paelles a la llenya;

arrossars satisfets d'alegries i penes.

 

 

Qui no va pensar en l'amor

mirant els seus camps

negats de sentiments?

Séquies, comarques, ribera

de rius i vida sencera.

 

 

Qui no va retindre la seua pau

en ocultar la seua condemna?

Canyes i fang,

Albufera de València

Albufera nostra.

  

©Anna Genovés

Traducción de Arianna Nogues Romero -cinco de enero de 2023.

  





Albufera en inglés


Air-dried face

Populated since ancient timesbitten by mallards

storks, royal herons;

mother's body

that shelters life in its still waters.

 

  

 

Traditional houses, farmhouse empty

boats crossing the lake

legs sowng the marsh;

the mud from its bowels

it's full life.

 

 

 

Populated since ancient times

sewn to the earth;

artists forging their legend

full of tradition,

roots in sand muzzle.

 

 

 

Aneas, mansiegas and reeds,

eels, samarugos and beautiful sea bass;

native fauna that navigates

straw nests, colonies of birds

that vanish and return.

 

 

 

Tradition of brocaded justillos and

cloth breeches of

brooches with

virgins and espardeñas,

of paellas to the wood;

Rice fields full of joys and sorrows.




Who did not think of love

looking at its

fields flooded with feelings?

Ditches, regions,

riverbanks and whole life.

 

 


Who did not retain his peace

by concealing his condemnation?

Reeds and mud

Albufera de Valencia

Our Albufera.

 

 

 


 

©Anna Genovés
9/01/2023

Todos los derechos reservados a su autora




P.D. Dedicado a los habitantes
de El Palmar (l'Albufera - Valencia)





   
*Hace unos días conocí a Arianna Nogues Romero y tuvo la amabilidad de traducir el poema al valenciano. 

Albufera

by on 20:20:00
Albufera en español Rostro secado al aire mordido por ánades cigüeñuelas, garzas reales; cuerpo de madre ...


 


Asylum

 

 

Cuando era joven,

casi una niña,

mi vida quedo truncada

y dejó de ser vida.

 

Era bonita e ingenua;

una flor recién nacida,

y los pétalos se truncaron

apareciendo estrías.

 

La sangre corría por mi cuerpo

mi corazón gemía.

 

Cuando era joven,

casi una niña,

mi vida quedó truncada

y dejó de ser vida.

 

 

 

Nos conocimos en un guateque. Éramos las reprimidas que no bailaban ni bebían: chicas del comediscos. Tú, la guapa. Yo, la fea. Los chavales huían de mí. A ti, te perseguían. Tan iguales por dentro y tan distintas por fuera. Nos hicimos amigas mediante un pacto a la vieja usanza: aguijoneamos los dedos y cruzamos nuestros hematíes. Fuimos hermanas de sangre hasta que me abandonaste por un chico. Entonces, dejé de hablarte, de mirarte, de reír tus gracias… Un día me arrojé a las vías del tren con un papelito en la mano que decía: «Tú tienes la culpa». 48 horas después, mi fotografía yacía sobre un féretro rodeado de pétalos floridos. Mi madre, de negro riguroso, no quería que oliera mal. Sin embargo, mis restos amputados se descomponían a marchas forzadas.

 

 

En el sepelio, mi ataúd se deslizaba con una camilla hidráulica entre los hermosos mausoleos de color ceniciento como tu rostro, hasta el nicho. Tu cuerpo tiritaba cuando lucieron los adobes que lo emparedaron. Te encerraste en casa. Dejaste de comer, de hablar, de soñar, de reír… no te apetecía nada. Por desgracia, tu familia conocía al director del psiquiátrico. Nadie te acompañó a las sesiones: acabaste sola. Agrietado el corazón que mutilaba tu alma. Cada vez que traspasabas la verja del sanatorio, los gritos de los confinados irrumpían en tus oídos: acufenos permanentes. Los enfermos andaban sueltos; hombres y mujeres deformes con caras enajenadas. No te gustaba ese lugar repleto de sufrimiento donde los muros sangraban.

 

 

Te metieron en una sala con azulejos blancos como la muerte; estabas muy asustada. Tenías una pesadilla recurrente: «Bajabas corriendo las escaleras de un garaje sin retorno. Yo te perseguía. Te atrapaba. Arrancaba tu carótida de un bocado; mi cara llena de gusanos. Mi sonrisa desdentada». Saliste de esos sacrílegos pensamientos, cuando entró el Dr. Mortem para conocerte y pautar la botica milagrosa que te devolvería la vida. Pero pasó el tiempo y no mejoraste. Atiborrada de barbitúricos, te convertiste en un muerto viviente. El psiquiatra decidió aplicarte terapia de electroshock. Tu cabeza estaba llena de babosas que se acoplaban a tu cráneo y succionaban tus pensamientos. Por último, te colocaron una esponja en la boca para que no sufrieras. La sacudida hizo que te retorcieras como en un mal ataque de epilepsia. No chillaste. Sin embargo, tus ojos se quedaron en blanco; parecías la niña del exorcista.

 

 

Cuatro meses después, te internaron en el sanatorio. Llevabas una bata blanca manchada de papilla. Te cortaron el cabello al uno, y lo poco que te quedada, lo arrancabas de cuajo a estirones. Unas ojeras profundas incrustadas en tus entrañas ensombrecieron tus facciones. Te vi desde arriba e imploré que me acompañaras; las cuencas vacías de mis ojos buscaban alguna lágrima perdida. Esta mañana, has aparecido ahorcada del techo de la sala común. La lengua fuera, los labios amoratados y el cuerpo rígido. Me he acercado a ti para consolarte: «Amiga, siempre estaremos juntas».

 

 

©Anna Genovés

Propiedad intelectual: 09/2013/2345

Rectificado el 28 de julio de 2022

 

* Dedicada a mi amiga Amparo Juárez (fallecida el 28 de abril de 1975 en accidente de tráfico)


#relatos #terror #relatogotico #relatofantástico #lecturas #escribir #ficcion #annagenoves #realismo #realismosucio


*Relato incluido en el libro de relatos La caja pública, Asiento propiedad intelectual 09/2015/427. disponible en formato papel en Amazon. ISBN-10‏: ‎ 1502468433 ISBN-13‏: ‎ 978-1502468437

 

 


Asylum

by on 17:17:00
  Asylum     Cuando era joven, casi una niña, mi vida quedo truncada y dejó de ser vida.   Era bonita e ingenua; una flor ...






PROMOCIÓN GRATUITA ‘La concubina 111’


 

Este fin de semana tenéis la descarga 🙆🔊 GRATUITA de la novela ‘la concubina 111’. Si queréis echarle un vistazo, ya lo sabéis: mañana y pasado mañana –16 y 17 de julio—, GRATIS.


Me quedo con estas magnificas reseñas que le han hecho: puro entretenimiento que se lee y disfruta en unas horas. Muchas gracias 😊🌺






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La concubina 111

 


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Mundo basura


 



Mundo basura

Solo importa el dinero

Vales lo que tienes y ya está


 


Mundo basura

Nada que comer y nada que cantar

Ni juegos ni alegría, solo verdad

 



   Mundo basura

La muerte tiene un precio

Bomba de racimo o virus letal


 


Mundo basura

La indolencia nos consume

El fuego se apagará 




Mundo basura

Hipocresía regalada

Hacer la cobra es lo más


 


Mundo basura

Amistades peligrosas

Glenn Close se quedará


 


Mundo basura

Lujuria, tiranía y violencia

 Nada bueno quedará




Mundo basura

En el cielo hay nubes

En el infierno, mal

 



Mundo basura

Si odias la mentira

habrá soledad


 


Mundo basura

La vida en una botella

Que huye por el mar

 



Mundo basura

Rebaños de ovejas

Y peces que quieren volar

 

 



©Anna Genovés

Miércoles veintidós de junio de 2022

 

 





Mundo basura

by on 16:16:00
Mundo basura   Mundo basura Solo importa el dinero Vales lo que tienes y ya está   Mundo basura Nada que comer y nada que can...


 



Bella



Estaba sentada en una de las salitas del Tanatorio Municipal de Barcelona con un pantalón vaquero y una camisa negra con un dibujo chino en la espalda. Hablaba con la muerta y, aunque la gente pasara y le diera el pésame a la familia, ella seguía su plática como si nadie la oyera.



–Amiga –le decía—. Te he rehusado a propósito; prefería estar lejos de ti para no seguir enamorada y poseerte antes de tiempo, y, hacía tantos meses que no te veía, que había olvidado lo hermosa que eras. Da lo mismo que te metan en una caja de pino sencillo con una cruz discreta como siempre has querido, o que luzcas cubierta con un sudario que apenas deja entrever tu preciado rostro. Igualmente se antojan tus formas fuertes y equilibradas (pausa).


» No te enfades conmigo, solo digo la verdad. Tenías que llamarte Envidia en vez de Bella, ya que has sido de las personas más envidiadas que he conocido. De niña todos querían estar contigo, ahí me dieron el primer toque, pero lo pospuse. Tenías esa sonrisa tan natural, que me fue imposible llevarte conmigo. Eras un verdadero angelito (pausa).

 

Una señorona de pelo cardado y andares flamencos, se acerca y le pregunta—:

 

–Disculpe la indiscreción. Soy tía de nuestra querida Bella y no la conozco, como soy mayor olvido a las personas… ¿Quién es usted?

 

–Una amiga –contesta ella.

 

–¿Conocía mucho a Bella?

 

–Desde el día que abrió los ojos por primera vez, no la he dejado. He sido su sombra.

 

–Bueno, como aún es joven –la mujer sonríe de medio lado— habla de una forma que no llego a entender… pero se ve que la quería mucho.

 

–Tanto que cuando me dieron su nombre por segunda vez, dije que estaba saturada de trabajo y me marché por unos días al otro lado del mundo.

 

–Aún la entiendo menos.

 

–Dentro de poco, lo entenderá. No se preocupe –la anciana la mira de reojo y cambia de tema—:

 

–Mira que Bella era guapa, ¿verdad? –dice mirando el cadáver.

 

–Una de las más hermosas. Tocada por la mano divina, y, pese a tener una vida difícil, ha mantenido su gallardía innata. Sabe usted, la belleza nunca muere, solo cambia.

 

–Tiene razón. Bella era un encanto de persona, pero tuvo mala suerte.

 

–A veces, cuando se tienen demasiadas virtudes y naces en una familia…

 

–No se corte que nos hemos hecho amigas. Cuando se nace en una familia trabajadora y de pocos saberes. Cuanto más encantadora, peor lo tienes.

 

–¡Cuánta razón tiene, doña Mercè! 

 

–¡Ay! Si sabe mi nombre.

 

–¿Cómo no? Soy la persona más acompañada y, a la vez, la más solitaria. Sé cómo se llaman todos y, cuando me acompañan, en ocasiones, me duele. Con Bella me sucede.

 

–Entonces, es usted una persona con buena estrella porque siempre va escoltada.

 

–Si usted lo dice…

 

–Claro, mujer. Yo, fui una joven rodeada de gente y, a medida que fui envejeciendo me quedé sin compañía. Mis amistades pasaron a mejor vida y los jóvenes de la familia se olvidaron de la vejestoria de su tía.

 

–Bella sí la visitaba –mira el ataúd—. Era su tía preferida.  

 

A la anciana se le nubla la vista y en sus ojos velados, aparecen unos enormes lagrimones.

 

–No llore Mercè. Usted ha tenido una buena vida y tendrá una buena muerte. Fíjese en Bella, ella, aún era joven, y, al final, la ha atropellado un coche. Sabe, no pude evitarlo: era una orden y ya no podía posponerlo más, era la tercera vez que la nombraban; pero, por lo menos, desvié el vehículo para que su rostro siguiera hermoso.

 

–La verdad es que está muy arregladita. Hasta diría que está feliz –Mercè se seca los ojos.

 

–Lo está. En más de una ocasión me dijo que le pesaba la vida. Y fui yo quién tuve que animarla.

 

–Muchas gracias. Es usted una gran persona.

 

–Hago lo que puedo. Cuando escuché su nombre de nuevo, intenté cambiar de trabajo. Pero, no me dejaron. Lo mío es un servicio eterno y, por mucho que me empeñe, nunca podré evitarlo. Así que es mejor que no me encariñe con nadie. Mercè voy a dejarla.

 

–Hija, ¿qué no me ha dicho cómo se llama?

 

–Me llaman La dama de la hoz. Pero mi verdadero nombre es Muerte.

 

Mercè sufre un ictus que la fulmina. Una muerte rápida e indolora, según dicen.



©Anna Genovés

Ocho de junio de 2022

 

Bella

by on 18:18:00
  Bella Estaba sentada en una de las salitas del Tanatorio Municipal de Barcelona con un pantalón vaquero y una camisa negra con un dibujo...




 


Los cinco



La reunión semanal de Los cinco empieza con un juego de mesa similar al Monopoly con nombre propio: Apocalipsis terrestre. El casino es el super jet privado que les regaló un mandatario excesivamente generoso, ya que su valor sobrepasa con mucho la construcción de algún que otro campo de fútbol de la Premier League. La aeronave posee una pantalla gigante desde la que el grupo vigila a las sociedades que pueblan el mundo.


El conclave está formado por una actriz, un empresario, un jeque, un químico y la heredera. Son los personajes más populares de las redes sociales, los más odiados y los más deseados; con millones de seguidores y detractores. Por este motivo, ostentan un poder absoluto.


Lo que desconocen los terrícolas es que, Los cinco mueven los hilos de todo lo que sucede en nuestro hermoso y decadente planeta azul.


Una figura con un mapamundi asoma sobre la mesa de metacrilato central: un holograma enorme a todo color y tridimensional. La heredera comienza la partida.


La heredera: Quiero que los humanos de mi continente se evaporen; estoy cansada de ellos –dice caprichosa.


El jeque: Será divertido, pero déjame a algunos miles para que trabajen en mis petroleras –se frota las manos.


La actriz: Me da un poco de pena. Nunca aprenden, pero ya les hemos dado bastantes varapalos a lo largo de la historia –sugiera dulzona—. A mí me agrada ser la reina del rock & roll: me adoran.


El empresario: A ver qué podemos hacer para divertirnos sin causar demasiadas bajas. ¿Tú qué dices Químico? Estás muy pensativo.


El químico: Propongo un virus letal que fulmine a la mayoría de la población. No solo del continente que regenta La heredera, sino del planeta. (Aplausos).


La heredera: ¡Qué guay!


El empresario: Cómo se nota que has llegado la última. Es algo que llevamos haciendo desde que la Humanidad existe. Cada cien años terrestres, más o menos, enviamos a un bichito dirigido que, El químico, fabrica en sus laboratorios.


El químico: Fíjate si son tontos, querida heredera, que ellos mismos se auto destruyen sin saberlo. Yo elijo a unos privilegiados que crean, siguiendo mis pasos, a esa alimaña microscópica que, después, esparcimos por diferentes lugares.


La actriz: Ciertamente, me apena decirlo, pero estamos muy hasta las narices de las sociedades. Los humanos son insolidarios, egoístas y poco creativos. Por lo general, el bichito se acompaña de catástrofes naturales o guerras. Todo en el mismo pack y, ellos, como tienen el coco y la moral consumida, lanzan bulos que se tragan como si fuera maná.


El jeque carraspea.


El jeque: Ciertamente, esos chismes también los dirigimos nosotros. Digamos que creamos una historia falsa y la lanzamos en algún medio de comunicación. Es como un germen que crece con el paso de las horas y se convierte en una monstruosidad. Por ejemplo, escribimos en un medio digital que el matapersonas lo ha creado tal país o tales laboratorios… Y, ellos, se lo creen o incluso le sacan tanta punta al lápiz que, al final, algún coaching suelta que los antídotos llevan un microchip para controlarlos y que la sabandija no existe. Entonces surgen movimientos ‘antinotepongasnada’.


El empresario: En ese instante, comienzan a aniquilarse entre ellos.


La actriz: Encerrarlos en casa fue perfecto mientras duró; el bestia desapareció hasta que volvieron a las calles.


El químico: Con el tiempo creamos unos kits para que se hicieran pruebas de contagio sin necesidad de ir a los hospitales; los ayudamos para que los sistemas sanitarios no colapsaran. Pero, era una trampa, ya que, estos botiquines de auxilio eran tan rudimentarios como falsos. Quiero decir: cualquier juego de laboratorio para niños es más fiable que los plásticos que les vendimos y, encima, no servían para nada porque estaban trucados.


La heredera alza las cejas, pero, antes de hablar, el empresario, sigue la narración—:


El empresario: De todas las pruebas caseras que se vendían en farmacias u online, una tercera parte siempre daba positivo y otra tercera parte, negativo. El resto contenía alguna mutación del bichito que contagiaba a quien lo tocaba. 


La heredera: ¡Sois perversos! –exclama.


El químico: Después de milenios creando mundos que se autodestruían. ¿Por qué no introducir alguna variable cargada de positivismo a ver si evolucionaban hacia un futuro mejor?


El jeque: Pero no había forma. Tropezaban una y millones de veces en la misma piedra. Así que nos hicimos un poco malos y comenzamos a introducir variables malévolas.


El empresario: Por extraño que parezca, era la única forma de que crecieran hacia una sociedad más avanzada que retrasaba la aniquilación. Es como si algún fallo en el ADN humano les hiciera mejores personas cuando sucede una catástrofe. Entonces suelen solidarizarse y olvidan, momentáneamente, ese egoísmo incrustado en su cerebro.


La heredera pone cara de póker.


La actriz: Los sucesos horribles les hace desarrollar una resiliencia que, en algunos casos, es digna de estudio. Pero… pasado el tiempo, se olvidan de las efemérides desagradables y vuelven a sus aptitudes y actitudes negativas.


La heredera: La verdad es que me aburren tantas idas y venidas para acabar como siempre. Así que propongo iniciar una verdadera carnicería –introduce los brazos en el holograma y mueve las manos como si empuñara una Silver Blade y asestara cortes letales a todos los países.


El empresario frunce el ceño, el jeque se acaricia la perilla, el químico se relame los labios y la actriz cruza los brazos dubitativa: no quiere perder protagonismo en pro de La heredera. Entonces suelta—:


La actriz: A ver, pequeña, ¿qué propones?


La heredera: Quiero un Apocalipsis total.


La actriz: ¡Madre del amor hermoso! Si que empiezas fuerte.


La heredera: Sí. O todo o nada. Este continente lo hundiremos bajo el mar –toca Oceanía y lo mueve hasta dejarlo bajo las aguas—. ¡Ya está! Uno menos.


El empresario alza los hombros. El jeque tuerce el morro. El químico sonríe y la actriz propone a La heredera hablar en petit comité ya que son las únicas féminas del grupo. Así pues, se levantan y dejan la gran sala para tomarse un refrigerio en otra de las cómodas estancias. Los tres varones fuman unos cuantos Habanos endulzados con güisquis de Malta.


Media hora más tarde, las chicas regresan a sus asientos con una sonrisa de oreja a oreja.


El empresario: Os veo felices.


El químico: Eso es que ha habido quorum.


El jeque: ¡Bravo! Exponer vuestra propuesta que seguro es maravillosa.


La actriz: Y novedosa.


La heredera: Hemos decidido apretar el botón rojo.


Los caballeros se quedan pasmados y ellas responden—:


La actriz: Los cinco estamos cansados de este planeta decadente y repleto de parches. Demasiadas civilizaciones, trillones de humanos, descomunales catástrofes, incontables guerras…


La heredera: En fin, demasiado de todo. Si apretamos el botón rojo, con la primera detonación nuclear se aniquilará de un plumazo millones de elementos. Y como respuesta, otro botón rojo, será apretado y, así sucesivamente: un efecto dominó. Si al final sobreviven algunos miles, siempre le echarán la culpa a algún gobernante autócrata con ansias de grandeza.


La actriz: Y nosotros, nos vamos a otra galaxia y concebimos un nuevo mundo.


El empresario: ¿Con humanos?


La heredera: Claro. Son imprescindibles: las criaturas más hermosas de la creación, pero los rectificaremos un poquito... Serán humanos avanzados.


La actriz: Nacerán más humildes, no conocerán la envidia ni la avaricia. No existirán humanos tóxicos. O sea, eliminaremos la maldad de su ADN y eso del libre albedrío, dejará de existir.


La heredera: Son tan corrosivos que nos han envenenado a nosotros. Al principio fuimos seres puros, debemos volver a serlo. Las sociedades no conocerán la tecnología.


El jeque: Pero, entonces, no habrá Revolución Industrial.


El empresario: No podré hacerme rico.


El químico: Careceré de laboratorios.


La actriz: Exacto, todos ganaremos en salud.


La heredera: Ejerceremos de vigilantes y de guías. No necesitaremos disfrazarnos con pieles humanas –se palpa la base craneal hasta tocar un pequeño bultito, lo estira y se abre una especie de zip que recorre su cuerpo de arriba abajo.


El resultado es un humanoide brillante de ojos plata.


El empresario: ¡Cuánto tiempo sin ver nuestra verdadera identidad!


La actriz ha hecho lo mismo.


La actriz: ¿No es reconfortarle?


El jeque: Lo es –sigue el camino de sus compañeras.


El químico: Casi había olvidado que fuimos los primeros humanos que habitaron la Tierra fruto de una casualidad. Nuestro desarrollo fue tal, que solo nosotros llegamos a conocer la inmortalidad. Convertidos en dioses, empezamos a fundar nuestro legado.


La heredera: Pero nuestras creaciones siempre tuvieron algún fallo y yo me convertí en la eterna heredera de un planeta abogado a la destrucción. Debemos enmendar nuestros errores y crear humanos perfectos como un día lo fuimos nosotros. Habrá más Tierras, igual de hermosas y con otros nombres.


Los cinco salen de la estratosfera con lágrimas plateadas recorriendo sus rostros luminosos mientras contemplan las sucesivas explosiones de ese planeta llamado azul.


 

©Anna Genovés

Sábado catorce de mayo de 2022

 

 


Los cinco

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