AZABACHE

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AZABACHE



Como me gustaría que fueran tus manos y no las mías
las que extendieran la crema por todo mi cuerpo
que me envolvieras con tus brazos pétreos
y después me acunaras, como a una niña
protegiéndome de todo lo malo que en mí habita…




Posaría mis cadentes labios sobre la rigidez de los tuyos
y besaría el contorno de tu piel con extrema ternura
amándote con devoción hasta la locura
tanto sería mi amor
que hasta la belleza de una flor, sucumbiría.




Me gustaría mirarte a los ojos
como miro  la noche o el día
y decirte lo mucho que te deseo
para que tú y sólo tú
probaras el sabor de mi anhelo…




No sé si eres el titán de mis sueños
o una ilusión tan efímera
que sin existir existes
y sin pensar en mí, me derrites
pero cuando te tengo cerca
mi cuerpo y mi alma, reviven.



Anna Genovés


2 comentarios:

  1. Muy apropiados los versos para alguien que sin saberlo vive en tus románticos sueños...Ese "azabache" que inspira tu creatividad como escritora y que ilumina tu ser.

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  2. Sí, lo cierto es que inspiró, y mucho, mi mente soñadora. Tanto como todos los enamoramientos platónicos que llevan nutriendo mi existencia desde que descubrí, por primare vez, que los hombres eran y servían para algo más que hablar con ellos.

    De eso hace mucho tiempo… justo cuando, de Lolita, vi a Charlton Heston cubierto, tan sólo, por un diminuto taparrabos en “El Planeta de los Simios”. Ufffff… Todo mi cuerpo sintió una sacudida. ¡Bien por él!.

    Desde entonces, ha sido mi icono de masculinidad y no me ha importado su vida, sólo ha sido un rostro y un cuerpo.


    http://www.google.es/search?q=charlton+heston&hl=es&biw=1280&bih=639&prmd=imvnso&tbm=isch&tbo=u&source=univ&sa=X&ei=V621TqvqBI354QS5gaGlBg&sqi=2&ved=0CEsQsAQ

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