Derrama tu miel
…”Independientemente de estas cuatro
cenas, había todos los viernes una secreta y particular, mucho menos numerosa
que las otras cuatro, aunque tal vez infinitamente más cara. A dicha cena sólo
se admitían cuatro señoritas de alcurnia, raptadas de casa de sus padres a
fuerza de engaños y de dinero. Las mujeres de nuestros libertinos participaban
casi siempre en esta orgía, y su extrema sumisión, sus cuidados, sus servicios,
la hacían siempre más excitante. En cuanto a la comida de estas cenas, es
inútil decir que era tan abundante como exquisita. Ninguna de aquellas cenas
costaba menos de diez mil francos y se acumulaba allí todo lo que Francia y el
extranjero pueden ofrecer de más raro y exquisito. Los vinos y los licores eran
de primera calidad y abundantes, las frutas de todas las estaciones se
encontraban allí hasta en invierno, y se puede asegurar, en una palabra, que la
mesa del primer monarca de la tierra no estaba servida con tanto lujo y
magnificencia.
Volvamos ahora sobre nuestros pasos y
pintemos lo mejor que nos sea posible, para el lector, a cada uno de estos
cuatro personajes, no embelleciéndolos para seducir o cautivar, sino con los
mismos pinceles de la naturaleza, la cual, a pesar de todo su desorden, es a menudo
sublime, incluso cuando más se deprava. Porque, osemos decirlo de paso, si el crimen
carece de esa clase de delicadeza que se encuentra en la virtud, ¿no tiene
continuamente un carácter de grandeza y de sublimidad que lo hace superior
siempre a los atractivos monótonos y afeminados de la virtud? Nos hablarán
ustedes de la utilidad del uno y de la otra. ¿Pero es que nos incumbe escrutar
las leyes de la naturaleza, debemos decidir nosotros si, el vicio siéndole tan
necesario como la virtud, no nos inspira quizás en igual proporción la inclinación
hacia uno u otra en razón de sus necesidades?”…
Extracto de Las 120 jornadas de Sodoma
MARQUÉS DE
SADE
Derrama tu miel
Derrama tu miel
en mis labios
en la intimidad
de mi cuerpo
olvida que soy
una rosa
olvida que eres
el viento
Derrama
tu miel en mis labios
en
mis pechos afilados
olvida
que soy una roca
olvida
que eres un marinero
Derrama tu miel
en mis labios
en la piel que
tirita si la tocas
olvida que soy un axioma
olvida que eres
un viejo
Derrama
tu miel en mis labios
en
los recovecos que te adoran
olvida
que soy una princesa
olvida
que eres un guerrero
Derrama tu miel
en mis labios
en la fruta hermosa
del tiempo
olvida que la
muerte está cerca
olvida que pronto serás un muerto
Derrama
tu miel en mis labios
carga
con todas tus fuerzas
nadie
escuchará tus gritos
nadie
escuchará tu pena
Soy la dama de
negro
y he besado tu
boca
nada importa
no hay remedio…
©Anna Genovés
02/02/2014
Propiedad Intelectual V - 490 - 14
Imagen tomada
de Google
del fotógrafo
Ruslan Lobanov
SISTERS OF MERCY
TEMPLE OF LOVE
(SUBTITULADO)