Brujas con trajes de hadas
Me desagradan las personas que incumplen su palabra. Por ejemplo,
las que se apuntan a un sorteo literario y, pese a ser las suertudas ganadoras,
no te dan ni las gracias. La escribidora de turno les envía el cheque-regalo
con toda su buena fe del mundo, por el importe del libro sorteado para que se lo descarguen. Unas lo hacen y otras: «Nanai
de la China».
No importa que las agraciadas tengan lectura Kindle Unlimited en Amazon
y puedan leerlo gratis. Tampoco debe afectarles que les hayan dicho que es malo,
que lean la sinopsis y no encaje con lo que habitualmente ojean o,
simplemente, que lo hayan leído antes... Por honor, algo que muchas
personas no tienen, se cumple lo pactado. Te descargas el libro y, de paso,
porque: «Es de bien nacido ser agradecido». Le pones una valoración de cinco
estrellas y quedas como un rey o una reina.
El caso que nos ocupa va de emperatrices como habréis adivinado por el título. Por
desgracia, en más de una ocasión te llevas un chasco: «Las apariencias, engañan».
Y, sin comerlo ni beberlo, de repente, te encuentras con individuas chungas que se disfrazan de hadas: «Haberlas, haylas». En todos los países
de este honorable mundo que hemos convertido en el estercolero de la sociedad
del consumo y el bienestar.
Los que nos autopublicamos en Amazon, bien o mal, no lo hacemos por amor
al arte ni somos tontos. La megaplataforma digital te envía ipso facto las descargas de cada novela.
Por tanto, sabemos si las susodichas ganadoras han bajado o no el libro que les han regalado cuando nos
dicen que lo han hecho: «Antes se pilla a un mentiroso que a un cojo». Y es
verdad. He cogido a unas cuantas patrañeras... Todas ellas mujeres. ¿Por qué será?
Sí, sí... Este batiburrillo
llamado Brujas con trajes de hadas va por ti que ni tan siquiera te has
dignado a darme las gracias. ¡Zorra! Seguro que después de poner una sola
estrella y decir que el libro es un bodrio, eres de las pinches porcunas que lo
harkean para todas las buenas y malas gentes que lo han leído y lo siguen leyendo por the face.
@Anna Genovés
P.D. Me gustan los refranes. Ya
lo dijo mi madre: «Hija mía el refranero español es muy sabio». Y yo, añado: sí
señora. Lo digo como un recluta al que le toca la primera guardia con el CETME al
hombro y un frío que pela. La buena de mi progenitora era muy roja, pero, sin
darme estopa, me llevaba más recta que el mástil de un navío recién botado en
las aguas de un océano embravecido. Una jungla de asfalto: la vida.
O quizá debería decir: más recta
que un junco. Por aquello de la condición de flexibilidad de la que estoy
dotada; por lo menos para reinventarme a diario y ponerme lo envites de la vida
por montera. ¡Olé, madre! Gracias a tu rigidez cada día soy menos sensible. ¡Ya
era hora! ¡Que les den a las brujas y a las hadas! Incluida a mí.
Los humanos somos brujas o brujos
pese a tener duendecillos angélicos en las entrañas. ¿Ya os habéis reconocido? Soy
la rubia marmórea que tira humos acuosos y da verdadero pavor aunque en realidad
sea una pava.
Hace tanto tiempo que no escribía
que me he enrollado en la postdata como
las persianas.
¡Que paséis un feliz fin de semana! Amigos y seguidores amables y bondadosos que pasáis por este espacio lleno de todo...
Lana del Rey - Once
upon a dream. Soundtrack de Maléfica (traducida al español).
Yo primero te digo hola, y que habiendo leído algunos libros tuyos puedo decir que no son un bodrio de libros ni que mucho menos merecen una estrella. Saludos y que pases un excelente fin de semana.
ResponderEliminarHola Omar. Disculpa que haya tardado en contestar, pero, por casi no veo tu opinión: ¡muchas gracias!
EliminarEs muy gratificantes escuchar tus palabras. Saludos cordiales, Anna
Hola Omar. Disculpa que haya tardado en contestar, pero, por casi no veo tu opinión: ¡muchas gracias!
ResponderEliminarEs muy gratificantes escuchar tus palabras. Saludos cordiales, Anna