DOMINIO
DOMINIO
Me siento
vampiro
succionando
tu hiel…
Me siento
mierda
postrada
a tus pies.
Príncipe
de los
mendigos
de las
cloacas
infectas
de los
infiernos
mordidos
y de los que
todavía
te quedan…
Envuelta
en tus
harapientos
brazos…
Tentáculos
amarillentos
que se
dispersan
por arriba
de los
tejados
y me atrapan
a tu
organismo
postrado...
Príncipe
de las
tinieblas
opacas
que te
ofreces
al mejor
postor
que por ti
mata…
Apaga tu
fuego
en el fango
del horror
y déjame
que vuele
por encima
de las
montañas
pirenaicas:
esos
queliodes
exuberantes
que algún
residente
aventajado
cosió
entre
mi
decadente
España
y la Europa
del horror.
Diluye tus
excrementos
abarrotados de
alucinógenos
y alcohol
sempiterno
de algún
antro sin
tapujos
donde
metes tu
boca
en un
agujero
y chupas
el fluido,
desconocido,
de otro
cuerpo…
Ese es tu
reino,
ese es
tu sitio
indecente
cual
noche oscura
y fosa de
muertos…
Ésos que
asesinas
a golpes
con tus
pistolas
de clavos
y tus
dotes
siniestros…
¡Qué más da!
Serán tus
presas
y por ti
morirán…
Eres un
apéndice
cubierto de
porquería,
un cráneo
desmembrado,
que sin mí,
sucumbiría…
Y después
te quejas
porque
tu España
perece…
¿Cómo no?
Si sus
vivos,
agonizan
entre
bazofia
y mentiras…
Y sus
muertos
lloran
por la
la infamia
de una
vida
inerte.
inerte.
Anna Genovés
25/04/2012
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