Plañidera
Plañidera
Es una
plañidera
sin
lágrimas en sus cuencas
vacías y
trágicas
Es una
plañidera
que no
llora por nadie en concreto
sólo a su
conciencia negada.
Es una
plañidera
que
feneció
al
principio de los tiempos.
Sus
gemidos cautivaron la atención
de vivos
y muertos.
Ahora,
vaga como una señora
amante de
la parca
sacrificando
vidas truncadas.
Su capa
negra y sus negras alas
su
guadaña azabache
y sus
cuencas ahogadas.
Es una
plañidera:
la
plañidera del alba.
La que te
envuelve entre sus pliegues
y jamás
te salva.
La que te
abraza con sus fríos huesos
y su
gélida mirada.
La que te
mima con el horror
de su corazón
y su
carcajada blanca.
Es una
plañidera
que no
cobra por sus servicios,
pero te
mata.
El año
acaba
el
sepelio está cercano
suenan
las campanadas.
Mientras,
las cenizas de los muertos
se
esparcen por el aire y bailan.
©Anna
Genovés
03/10/2012
Todos los
derechos reservados a su autora
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intelectual V – 490 – 2014