Espinas que se clavan
Espinas que se clavan
Nunca besaré tus labios ni mimaré tus pestañas largas.
Nunca yaceré en tu lecho ni rozaré tu piel blanca.
Nunca hablaré de amor ni viviré bajo tu techo.
Nunca moriré extasiada ni entraré en tu juego.
La vida sin ti es demasiado larga, los días se hacen años y los
años son agua. Dolor; espinas que se clavan.
Mujer nazarena con estigmas que sangran. Desamor temprano llorado
al alba.
Me ahogo en este mar de horas interminables donde la luz se apaga.
Los ojos se tornan frágiles. Las esencias se marchan.
Sujeta a un lecho maldito con una cruz sobre la almohada. ¿No sé
por qué lloro tu pena? ¿No sé por qué lloro mi calma?
Llega la noche eterna; destapo un blíster de hipnóticos.
Descubrir, uno a uno, sus pastillas blancas. Deshacerlas bajo la lengua. Dormir
sin pena que habla.
El momento ha llegado y los pensamientos se apartan. Tu rostro se
difumina en el aire. Tu cuerpo vuela por la ventana.
No volveré a pensar en el amor.
No volveré a soñar que me amas.
No volveré a sentir tu presencia.
No volveré a rozar tu espalda.
Sentimientos inmortales que mortales se acatan. He vivido para
amarte. He navegado en la mañana. Sé que todo ha sido un sueño. Un sueño de
lágrimas.
El corazón que latía con fuerza, se para. El alma que miraba
sonriente, se apaga. La hechura que bailaba a la vida, se calla.
No hables de la primera vez. De tus ojos de lobo posados en mi
piel. No digas que la vida nos ha jugado una mala pasada.
Eres un niño que retoza con soldaditos de plomo. Caminante entre
sábanas. Humedeces las entrañas y después, te marchas. Besas con los ojos.
Palpas.
Mi hora pasó. No me pidas otro minuto, no te lo doy. Te di mi vida
y mi vida acabó.
Adiós amor.
Me marchó con tu fuego circunciso en cada una de las partes de mi
hechura clara.
©Anna Genovés
01/03/2015
Johnny Cash - Hurt (subtitulado en español)