INMÓVILES
INMÓVILES
A mis inmóviles manos
y a mis piernas yermas
a mis solitarias carnes
y a mi boca seca
A mi inquieto pensamiento
y mi fruto estéril
a mi extraño pensamiento
y a mi alma débil
A todo mi organismo
a todo mi rencor
a todos mis defectos
y también, a todo mi amor
A todos os necesito
como la Luna al Sol
a todos os echo de menos
cuando me recluyo en mi rincón
Anna Genovés
leer este poema me hace pensar sobre ti, por eso... me gustaría hacerte unas pregunta, con tu permiso:
ResponderEliminarCuando echas de menos más a la gente, a qué tipo de personas echas mas de menos,te sientes más completa cuando estás con los demás?
y podría seguir...
Gracias por tus palabras amigo. Contestarte sería un sinfín de palabras entrelazadas sin concreción alguna, soy tan diversa como extraña y a veces después de escribir me horrorizo de mis palabras o todo lo contrario.
ResponderEliminarY sea como fuere, casi siempre me sorprenden … porque he vivido y vivo, encerrada en una jaula de barrotes de Ágatha Ruíz de la Prada que, expreso he construido para mí.
An@
Que forma más poética de mostrar cuanto necesitamos a los demás. Somos seres sociales, precisamos el contacto piel con piel. Necesitamos escuchar y ser escuchados, besar y ser besados, acariciar y ser acariciados... Sin embargo hay algo en nuestro ser interno, en nuestro corazón o nuestra alma, si prefieres, que es preciso reservar para nosotros mismos.
ResponderEliminarAmparo,
ResponderEliminar¡Cuánta razón tienes!. Coincido contigo en todo. Necesitamos, amar y ser amados, sentir y saber que hacemos sentir a otros, sea pasión u odio … y aún así, es inevitable guarnecernos en un sillón, un rincón, un recoveco preciso y aislado de TODO y de TODOS: Nuestro Santuario, para seguir siendo nosotros mismos, para seguir con nuestra virginal identidad.
Tan similar al de otro ser humano y a la vez tan distinta, porque en el universo, en la Tierra, somos tan imprescindibles como perecedero. Y en la mayoría de los casos, ni tan siquiera lo comprendemos, es más, ni tan sin quiera tenemos conciencia de ello.
Ta das cuenta, que las piezas se acoplan poco a poco, en el sitio exacto para el que han sido creadas, en un momento impreciso de nuestras vidas ... ¿será que el destino sí está escrito de antemano o se tratará simplemente de el azar de la vida?.