Cuenta atrás



Cuenta atrás no queda nada
para olvidar el adiós
de esta vida insana.




Cuenta atrás no queda nada
para inventar una ilusión
en este mundo sin alma.




Cuenta atrás no queda nada
el universo se pliega
en un cono de almidón
de bolas negras.




Cuenta atrás no queda nada
aguas truculentas
niebla dispersada
alas que no vuelan,
mentiras dibujadas.






Cuenta atrás no queda nada

no naceremos sirenas,

seremos águilas.






Cuenta atrás no queda nada
animales de aire
que trasmutan en escarcha.




Cuenta atrás no queda nada
huesos de cristal
y músculos de piedra.




Cuenta atrás no queda nada
rostros de mil caras
y mente dispersa.




Cuenta atrás no queda nada
la noche es blanca
y el día negro,
el sol se enfría
y la nieve es fuego.




Cuenta atrás no queda nada
las estrellas se apagan
y las ciénagas brotan,
el ocaso fecunda la mañana
y la noche llora.



Cuenta atrás no queda nada
lágrimas yermas
y montañas álgidas,
bocas marchitas
y flores sesgadas.





©Anna Genovés
Propiedad Intelectual
V – 490 – 14
Fotografía reciente de Kim Bassinger tomada de Google.
Mis agradecimientos al fotógrafo
Craig McDean




Nick Cave - Darker With the Day (Subtitulado)







                                                     









Lo que hay


Un título y unas frases
nada más hace falta.
Quizás deje de llover



Laura es una escritora barbilampiña que vive del cuento y la herencia familiar –casi agotada—. Sin embargo, esa tarde de otoño temprano (en contra de lo que cabría esperar por la bajada de luz y su naturaleza depresiva) está optimista: ha terminado otra de sus novelas. Cuando llega Javi –su novio— se pone más cariñosa que de costumbre; el erotismo invade las paredes del apartamento. El crepúsculo amanece entre jadeos, sábanas húmedas y R&B sureño. Consumado el apareamiento, toman un tentempié y se sumergen en los brazos de Morfeo.

Por la mañana, Laura vuelve al trabajo. Se sienta en la silla metálica “destroza traseros”, abre su portátil y va directo a la carpeta que ha bautizado con el nombre de “todoescritura”. Relee la Web Cómo ser un buen escritor, y, siguiendo sus consejos, empieza a buscar un buen título para su obra. No se le da bien eso de reducir el libro a tres palabros.

Su mente es más retorcida de lo que parece a simple vista y, sintetizar, le cuesta bastante. Decide leer los epígrafes más vendidos y los Premios Planeta, Alfaguara, Seix Barrall & CIA. Partiendo de esta base, escribe sus ideas en una libreta. Hace sus cábalas y lo comenta con su partenaire…

—Javi he hecho un listado de hipotéticos títulos. ¿Me ayudas a elegir uno?
—¡Claro! Léemelos, cielo —dice mientras se afeita canturreando.

Laura, que ha memorizado su copiosa lista, la recita como un papagayo. Sonríe triunfal cuando remata la faena con el último de sus encabezados: “El dulce sentir de una esposa resentida y su perro amaestrado”.

—¿Cuál te gusta, corazón? —pregunta alegre.
—Laura, cielito, no es que no me agraden. Es que son demasiado barrocos… —contesta el chico torciendo el morro.
—What…? —duda ella con los ojos abiertos como platos.
—Vamos a ver, bomboncito —Javi la abraza y juguetea con su cabello—. Los lectores no quieren cosas rebuscadas, palabras que inviten a las equivocaciones o acertijos. Tampoco les agrada pensar demasiado en el meollo de la cuestión: son gente sencilla. ¿Comprendes? El éxito de una novela reside en una buena portada y un nombre llano.
—Pero, ¿cómo me dices eso a estas alturas? —Laura pone cara de Piolín diciendo: “no me lo puedo creer”.
—Venga nena, no te enfades… Recuerda que los Bestsellers tienen títulos de lo más normalitos. Por ejemplo: “Lo que hay”. No le des más vueltas, con ese título, rompería la taquilla. Ya la veo en los primeros puestos del ranking internacional de ventas. Todos querrían saber de qué va la novela —contesta Javi guiñándole un ojo y besando su nuca.
—¡Qué me dejes en paz! ¡Mamón! —Laura le pega un codazo y sale picando biela hacia el cuarto de baño. Se encierra.
—Estos creativos son la polla —dice Javi por lo bajini—. ¡A ver si te enteras, nena! Si no fuera por lo buena que estás con esas peras de silicona y ese culazo de flaca, te hubiera mandado a la mierda hace tiempo! —vocea Javi como un energúmeno.

Delante del espejo, Laura mira su rostro constreñido. Lo cierto es que no sabe si llorar o morirse de risa. Pero se le arrugan hasta las pestañas. Comienza a pegar golpes a la pared…

—¡Mierda…! ¡Todo es una puta mentira! Nadie me toma en serio.

Coge una Gillette y secciona las venas de sus muñecas en posición vertical. Javi ni se entera, está acostumbrado a sus crisis existencialistas. De hecho, harto de sus locuras, wasapea a un colega; se marcha de tapeo dando un portazo. Pasadas las horas, cuando regresa y ve que Laura sigue encerrada en el lavabo, decide echar la puerta abajo.

La imagen es pavorosa, sacada de un Tarantino film. Laura yace en la bañera con los brazos fuera; uno a cada lado, desangrada. Sus hematíes han creado un reguero tétrico que desagua en la esquina del inodoro. Su piel, mármol de carrara. Sus ojos, el Mediterráneo manso y ecléctico. Su melena trigueña, empapada de agua sanguinolenta. Los pies de Javi se manchan. Chapotea en la sangre, avanza. El pantalón se cubre de salpicaduras granas. Acerca sus dedos a la carótida de esa estatua perfecta e inmóvil. Pero no encuentra pulso. Ha llegado tarde: está muerta.




©Anna Genovés
Propiedad Intelectual V – 488 -14
Imagen tomada de Google


P.D. Conste que me gusta juguetear bastante. Así que, con el mismo inicio, hice dos cuentos. Devenires, personajes, final y título, completamente distintos. ¡Un cambio sorprendente!... El otro se publicará –dentro de poco— en el libro de relatos… Os avisaré.




Willy DeVille - I Call Your Name




                                                    

Lo que hay

by on 22:45:00
Lo que hay Un título y unas frases nada más hace falta. Quizás deje de llover Laura es una escr...





Aroma a hembra

Entreabrió los labios frutados e introdujo su lengua en la concavidad húmeda y deseosa que lo esperaba. Nexo que se adentró en las profundidades eléctricas; temblorosas. La besó voraz hasta saciarse. Minutos perpetuos que agotaron su organismo. La mujer marcada que nunca lo miraba, estaba a sus pies (merced a sus deseos). Presa furtiva y cazada. Aroma de hembra pecadora que gemía con su fuego. Rosa de pétalos negros e interior grana. Condensada en una hechura sutil y oscura. Enamorada. Amarrado a sus caderas, sedujo su templo ígneo con balanceos pélvicos que perturbaron su figura. Cuerpos mecidos al compás de las olas indómitas. El Cantábrico perverso que rompe en la orilla, tragando el paseo de asfalto y las calzadas azarosas. Flor que nace y se devora a sí misma. Ansias consumadas. Disfrute de sentidos. Goce eterno.

Nirvana. El sexo tumefacto, gravita.

©Anna Genovés
12/09/2014
Puedes seguirme desde mi web Memoria perdida blog


Barry White - Never, never gonna give you



Aroma a hembra

by on 17:17:00
Aroma a hembra Entreabrió los labios frutados e introdujo su lengua en la concavidad húmeda y deseosa que lo esperaba. Ne...




…”Muy pronto todos los placeres se resumieron para él en la compañía de una joven que se los duplicaba, al compartirlos. Creyó sentir que la amaba, pero mantuvo sin embargo cierta reserva con ella: la sabía absolutamente pura, aunque impaciente por la espera de la llegada de su marido; además, no estaba seguro de amarla verdaderamente y percibía vagamente qué pecado sería arrastrarla a obrar mal. En qué momento se habían desnaturalizado sus relaciones, nunca pudo recordarlo. Ahora, como en virtud de tácito acuerdo, cuya época no podía determinar, le besaba las muñecas y le pasaba la mano en torno al cuello. Parecía tan feliz que una tarde hizo más aún empezó por abrazarla; luego la acarició largamente y la besó de nuevo sobre los ojos, sobre la mejilla, sobre los labios, en el cuello, en los ángulos de la nariz. La boca de la joven, sonriendo, se adelantaba a las caricias y sus miradas brillaban en las profundidades como un agua entibiada de sol. Las caricias de Baldassare se habían hecho más audaces, sin embargo; en determinado momento, la miró; le sorprendió su palidez, la infinita desesperación que expresaban su frente muerta, sus ojos afligidos y cansados que lloraban, en miradas más tristes que lágrimas, como la tortura soportada durante la crucifixión o después de la pérdida irreparable de un ser adorado. La contempló un instante; y entonces en un esfuerzo supremo, elevó hacia él sus ojos suplicantes que pedían merced, al mismo tiempo que su boca ávida, con un movimiento inconsciente y convulso, de nuevo solicitaba besos…”.

Extracto de  Los Placeres y los días
Marcel Proust










Minutos crueles


Palpitaciones firmes

minutos inflamados, crueles.

Ojos que la acechan

lejos de mirarla

devorando su cuerpo

sin tocarla.


Verdugo con hacha

sufrimiento rasurado

 alma profana:

no poseerlo.

Alborada cauta

deseos…


Yacer en otro lecho

rosas y espinas, magullada.

Saber que la gozan

sin tan siquiera catarla.

Pasan horas,

días, semanas...


Pétalos doblados

curvas derrochadas

sentimientos perdidos

en manos sádicas:

torturada.

El viento camina.


Labios golosos

lisonjas dominadas

cuerpo de Afrodita

manos de nácar.

Contorno de caderas:

nalgas.


Corazón desbocado

mañana clara.

Amantes perdidos

recordando las miradas

quizás en otro encuentro

el agua los bañara.



Barbarie carnal

vía crucis de penas

seducción fatua.

Sorber sin ser forzada

pensamientos unidos:

anhelo.


Sangre amarga

licuada de angustia

amasada por rencores:

fuga.

Deseos minimizados

en un adiós eterno.


Furia contenida

café humeante

en taza ácida;

para nada.

El tiempo pasa.




©Anna Genovés
12/07/2014

Propiedad Intelectual
V-490-14
Fotografía tomada de Google
Mis agradecimientos al fotógrafo
Ruslan Lobanov




Soldier on - Richard Hawley

(traducida)




                                

Minutos crueles

by on 20:02:00
…”Muy pronto todos los placeres se resumieron para él en la compañía de una joven que se los duplicaba, al compartirlos. Creyó se...