Mostrando entradas con la etiqueta TV. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta TV. Mostrar todas las entradas

 




Conversaciones de hombres

 

 

Rubias, morenas

pequeñas o grandes

todas gustan

al hombre que sabe

 

 

Desde hace dos décadas, a principios de septiembre, Manolo y su grey se reúnen en la Cervecería Toribio para contarse las hazañas veraniegas. Forman un conjunto de hombres de la misma generación en el que entran los compañeros de pupitre y los hermanos mayores o pequeños de alguno de ellos. El grupeto formó una piña viendo el fútbol y acabó en una amalgama de somarros para vestir santos, como decían las abuelas.


—¡Xe Manolo! ¡Qué bien te veo! —dice uno de los veteranos tras un choque vigoroso de manos.

—¡Nano! Tú siempre animando. Has echado un poco de panza —suelta Manolo, dando una palmada en la barriga abultada de su colega; semilla de un futuro Homer Simpson.

—¡Ya te vale! Y tú siempre jodiendo la marrana. Ya se sabe… unas cervecitas de más, unos vermuts, otro poquito de comida basura al buche y... Pero, con unas sesiones de gimnasio recupero la figura —contesta el implicado.

—¡Mira quién viene por ahí! —dice efusivo al ver a otro colega y prosigue—: Toni, hombre. Has adelgazado, ¿no? ¡Xe! Dame un abrazo.

—Mucha marcha, nanos. Mucha marcha —contesta Toni con los ojos brillantes y levantando una ceja.


Con el discurso de me la clavas y yo te doy un capote, van entrando los especímenes —todos, incluso Manolo (que está desempleado) socarraos—. Se nota que han estado tomando el Sol. Canarias, Benidorm, Caribe, Ibiza o la piscina del barrio. Las conversaciones son las de siempre: los nuevos fichajes futbolísticos, el curro y las mujeres. En este último apartado, se explayan.


—Tíos me he ligado a una pavita de dieciocho añitos que es un caramelín para mojar a todas horas —suelta Paco.

—¡Va! —hace un ademán peyorativo otro de los tunantes.

—Ni va ni hostias. ¡La niña está espectacular! ¡Mirar uno de los selfis que nos hicimos!


De golpe, se le echan encima como antropófagos a la caza de una buena pieza para ver quién ve las imágenes desde la primera fila.


—¡Joder! ¡Si que está buena! —dice uno.

—Mira qué culazo tiene... —insinúa otro.

—Ya podrías. Casi cuarentón y te buscas a una Lolita —suelta Toni.

—Envidia tío. ¡Envidia! Uno que lo vale. Además, me gustan tiernas —el comprometido saca pecho mientras todos babean.

—¡Va a ser que no! Yo también he ligado. La mía madurita, ¿y qué? –concluye otro de los machitos.


Las caras de los acólitos se alzan: mirando al Séneca respondón.


—A ver. ¿Qué quiere decir madurita? Qué tú todavía eres un pipiolo de treinta recién cumplidos, pajarito. ¿Qué has hecho en Ibiza? —pregunta otro.

—De todo, tíos. De todo. Además, la estancia me ha salido gratis porque me he ligado a una ibicenca por Facebook. He mojado el churro a diario. No me miréis con cara de alucinados que parecéis la cotilla de mi vecina. A ver si tengo que contaros hasta del color que llevo los calzoncillos.

—A ver, que soy tu hermano mayor. Explícate. ¿No te habrás enrollado con una yaya?

—¡Hey! ¡Que la virginidad la perdí hace años! Y me trajino a quien me da la gana. La chica me dijo que tenía cuarenta y cuatro, pero tiene algunos más… –su hermano y el resto de la troupe lo miran con cara de alucinados y, él, contesta alzando el cuello como un pavo real—: Cuando veáis las fotos no pondréis esos caretos de frikis.


Todos olvidan a la Lolita y se enfrascan en las imágenes de la suculenta MILF. Una sabrosa pieza siliconada más apetecible que la mismísima Megan Fox en Jennifer’s body. Las imágenes de los trofeos se intercambian por wasap y cada cual saca sus conclusiones. Todos menos Manolo. Toni lo mira con cara de pena y le dice—:


—Tranquilo, Manolo. Todo llegará. Antes, me has dicho que tienes una chapuza entre manos. Cuenta, cuenta... —le da unas palmadas en la espalda, animándolo.


El chico se hace el remolón. Pero al final les sugiere que él también tiene unos selfis muy picantes. Su móvil rula por los aires. Todos quieren verlos.


—¡Cabrón! ¡Qué calladito te lo tenías! Te gusta el porno hard. Me estoy poniendo cachondo —suelta Toni.

—No querrás que pensemos que eres el suertudo de la pantalla, ¿verdad? Con ese rabo de Rocco Siffredi —concluye Paco.


En la pantalla aparece un manubrio potente dentro de la boca de una mature jocosa a cuatro patas. Detrás una veinteañera introduciéndole un dildo de última generación. En ese instante, aparece el rostro del agasajado. Uno de los compinches le pega un codazo para que cierre la boca.


—Paco, ¡cállate y mira!  —le dice.

—¡Me caguen en la leche! Manolo… tu polla es gigante. ¿Cómo puede ser?

—Todos tenemos secretillos —contesta Manolo.

—¡Y tanto! Ya nos contarás que hacías montándotelo con una tiernita y una madura, a la vez —comenta otro de los cofrades. Manolo sonríe antes de hablar.

—Os he dicho que me había salido un currillo. ¡Ahí lo tenéis! Soy director, productor y actor de películas para adultos. Estaba hasta los huevos de estar sin blanca. En el último cursillo del INEM conocí a esas nenas. Compenetramos y nos tiramos al pisto. Ya que tengo un buen pilón lo aprovecharé mientras pueda.


Los colegas se quedan con un palmo de narices –boquiabiertos y con cara de gilipollas.


—Tranquilos.  A vosotros os pasaré las pelis gratis. Por cierto, las mujeres ardientes siguen igual de jugosas a los veinte que a los setenta. Todas me la ponen dura —Manolo se toca la entrepierna—. Os lo dice un profesional. Nos vemos en el derbi del próximo domingo. Ahora, tengo trabajo —dice socarrón, antes de marcharse.

 


©Anna Genovés

Rectificado el domingo diez de marzo de 2024

Relato incluido en el libro La caja pública. Publicado en Amazon. 2014.

 

* Este relato se lo dediqué a José Luis Moreno-Ruíz hace años y, en la actualidad, al visionar la serie de Netflix Supersex que cuenta la vida del actor porno mencionado e interpreta de manera magistral el que fue Aureliano –Alessandro Borghi— en Suburra, lo he republicarlo.

#relatos #relatosactuales #supersex #erótico #divertido #momentosfelices

 





Halloween en Motherland



En el plató 13 de la ciudad cinematográfica de Vancouver se está grabando un capítulo de la afamada serie sobrenatural Motherland. Las actrices principales: Raelle, Anacostia, Scylla, Abigail, entre otras… Uniformadas de brujitas soldado, tienen ganas de acabar. Halloween está al caer y aún no tienen preparada ninguna fiesta.

Horas más tarde, al finalizar el rodaje, el estudio se inunda de un gorgoteo divertido que envuelve el ambiente. Las actrices, que entre ellas se llamaban con los nombres de los personajes del serial, ríen y hacen planes. De repente, Anacostia dice a su grupito—:

–Ya lo tengo claro.

–¿El qué? –pregunta Raelle.

–Los disfraces.

–Cuenta, cuenta… –dice Scylla mientras Abigail agudizaba su sexto sentido.

–Nos disfrazaremos de nosotras mismas e iremos a alguna fiesta en la que no estemos invitadas a ver qué pasa. ¿Qué os parece?

–Es una idea magnífica –contesta Scylla y, pensativa, prosigue—. ¡Uyuyuy! Fijaos… ¿Y si vamos a una fiesta de personajes con los que estemos enemistadas?

–Sería total –dice Raelle—. Es una excusa buenísima para acabar con alguno de esos demonios que veneran al oscuro. Por ejemplo.

La cara de las actrices se constriñe –cada una haciendo sus cábalas con los brazos cruzados—pensando a quién engañar para después… fulminar. El representar a brujas defensoras de la Humanidad, las ha hecho creer poseedoras de algunos de los extraordinarios dotes de los que gozan en la pequeña pantalla.

–No os lo toméis a guasa –dice Anacostia que ha leído la mente de sus—. Muchas asociaciones querrían vernos bajo tierra. Hay que saber elegir y, si hay guerra, que sea por una buena causa. Llamemos a Tally, que hoy tiene libre, para que se una a nosotras. Le haríamos un gran favor si acabáramos con los demontres que trituraron a su familia…

Sería total –sentencia Raelle antes de coger el móvil y llamarla por Skype.

 

***

 

Tres días después, se visten con el uniforme de gala de Fort Salem y cogen un jet privado hacia New York.  Tal y como han convenido, se presentan en la puerta de la fiesta más cool de la city. El portero les pide las invitaciones—:

–Me ensañáis las invitaciones, por favor.

–Disculpa –dice Raelle que lleva la voz cantante—. ¿De qué hablas? ¿Qué no sabes quiénes somos?

–Claro que lo sé, guapita. Sois las brujitas de la popular serie Motherland de Prime Vídeo.

–Entonces… ¿Imagino que no necesitamos credenciales?

–Pues estás equivocada. Esto no es una fiesta de actores que en la TV salen de brujos o de otros tantos freaks sobrenaturales. Esto es una celebración seria donde los disfraces son la verdadera personalidad de los asociados.

Abigail se falca en el suelo con las piernas ligeramente abiertas y le planta cara—:

–Uno: no nos vaciles. Dos: no te burles de nosotras… –antes de que siga hablando, el portero la corta y dice—:

Y... ¿Tres?

Déjanos pasar.

–A ver. Me caéis bien –contesta el vigilante—. Por eso os advierto. ¡Largaos!

–Lo tienes claro –corean.

–Puedes decir lo que te dé la gana, me has cabreado –de improviso, Abigail, extiende los brazos a la vez que emite un latigazo sonoro muy felino y lo deja inconsciente sobre el pavimento.



 

***

 

La antesala de la mansión es decimonónica y lúgubre. Los espejos están cubiertos con velos negros y los cuadros tienen crisoles y exvotos formando medias lunas como si fueran de altares. El resto de mobiliario aparece engalanado con velones oscuros.

Un sobresalto irrumpe en sus cuerpos cuando el portón de la entrada se cierra de golpe.

–Me encanta la decoración.

–Anacostia eres más tenebrosa que el señor de los infiernos –insinúa Abigail.

–¿No me diréis que no mola? –pregunta ella.

–Si no fuera porque mi sexto sentido me muestra imágenes de crímenes abominables, te diría que el escenario es perfecto para Halloween –sugiere Raelle—. ¿No lo notáis?

–Yo no noto nada –contesta Abigail con cara de póker—. ¿Qué tal si buscamos de dónde viene la música?

Scylla ¿y a ti qué te sucede? –pregunta Tally.

–Perdonad. Estoy rara.

De improviso, la bella actriz, comienza a chillar y su cuerpo sufre convulsiones diversas que la elevan hasta el techo y la dejan caer varias veces. Parece una muñeca de trapo maltratada. En una ocasión, sus miembros están a punto de descuajarse como si estuviera sobre un potro de la Santa Inquisición para descuartizarla. En otra, su organismo parece deshuesado y se dobla como si un diablo la hubiera poseído y jugara con ella. Su cabeza se gira y sus ojos, se abren. Convertida en niña del exorcista, habla con voz agónica y les dice el camino a seguir...

–Seguid recto hasta la puerta del fondo y me conoceréis –su brazo se alarga como un gusano interminable y sus uñas ennegrecidas y afiladas, rasgan el ornamento de madera hasta llegar al pomo y abrirlo.

Un ruido de ultratumba, chirriante e insoportable, deja al descubierto un camino fosco y semioculto por la niebla. Scylla, en su posesión infernal, las precede en el aire con sus uñas de lanza sangrante y su cuerpo girado.

Raelle lanza un conjuro para salvar a su amiga—:

 –Por la fuerza que el aquelarre que Fort Salem me ha dado, te ordeno que bajes –pero ella se ríe y su hermosura se deforma: en un segundo, miles de rostros de las cloacas del inframundo, aparecen y desaparecen buscando el adecuado.

–Y yo te digo, aprendiza de hechicera, que te hemos avisado en la puerta. Este no es vuestro Halloween –habla el semblante cornudo de macho cabrío que ha surgido del otrora virginal rostro de Scylla.

Sigámosla –dice Tally. Ya tendremos tiempo de deshacer el hechizo que la atrapada.

El camino, cada vez más oscuro y tenebroso, se llena de una bruma espesa y amenazante. Las amigas lo siguen en fila de a uno cogidas de la mano. Unos sonidos agudos y extraños, como si rezaran el rosario de una misa negra, las llevan hasta una explanada en la que están presentes los personajes de los cuadros del pasillo. Cada uno ataviado con los ropajes de la época en las que fueron pintados. Algunos llevan harapos. Otros, trajes renacentistas. Al fondo, un altar con el cuerpo de una Scylla durmiente como la bella del cuento.

Entre ellas, utilizan la telepatía para comunicarse. «¿Qué es esto?» «¿Quiénes son?» «¿Por qué está Scylla sobre una mesa de…?» «Sí. Acertaste.» Contesta uno de los comensales que ha leídos sus mentes. «Estáis en un ritual de sacrificios. Nosotros os hemos llamado porque sabíamos que, ciertamente, poseéis cualidades sobrenaturales y queremos probar vuestra sangre y vuestra carne para permanecer más tiempo incorruptos.»




Raelle se acerca a uno de los pilares y, del mismo, sale la silueta desdibujada de un demonio putrefacto que la acaricia. Pega un salto hacia atrás y la figura desaparece. «Apelemos a la magia ancestral». Les dice a sus compañeras mentalmente. Las brujitas se concentran y hacen un círculo; sus cánticos inundan el habitáculo mágico. Pero, de repente, sus gargantas se tornan ácidas y sus voces se apagan. Gritan mudas retorciéndose de dolor en la sombra que las devora lentamente.

–Aquí no sirven vuestros sortilegios. El señor oculto nos ampara –dice uno de los malditos.

La oscuridad se cierne sobre sus mentes. Las actrices cierran los ojos y se dejan engullir por unas hilaturas negras y pegajosas que las enrolla en un capullo gangrenado.

 

***

 

Horas más tarde, el banquete ha terminado y los demonios salen a la calle con sus ropas y fisonomía, al aire. En la casa maldita, cinco de los cuadros han cambiado de personajes; en cada uno de ellos aparece una actriz de Motherland. Las velas expiran. Y, en ese instante, la magia negra hace aparición y los demonios caníbales se transforman en las actrices. Mientras que los óleos vuelven a sustentar a los personajes antiguos.

El grupeto de falsas actrices camina a sus anchas por la barrios de la ciudad hasta que una pareja de zombis –que las ha reconocido— las para…

Raelle me puedo hacer un selfi contigo –dice uno de los muertos vivientes—. Mis amigos van a flipar.

–¡Claro! –dice la replicada bruja soldado.

Cuando se acerca el fan, abre sus fauces y unos dientes puntiagudos y mugrientos asoman babeantes. La boca se agranda y de su interior surge la fealdad personificada de un cráneo demoniaco que lo traga. Acabado el ágape, unos regueros sanguinolentos se deslizan hasta la barbilla del monstruo.

El otro zombi se ha quedado cataléptico. La adulterada Raelle le pregunta—:

–¿Tú también quieres un selfi o prefieres un autógrafo para hacer negocio en TikTok?

No. No. Yo no quiero nada y no he visto nada –la chica sale corriendo, pero el brazo alargado y de mano afilada con cuchillas como el mítico Freddy Krueger de Pesadilla en Elm Street, la retiene y le rasga la máscara. Unos pequeños arañazos hacen que sus pómulos se ensucien de hematíes. El demonio alarga su lengua punzante y lame su cara.

–Me lo creo, preciosa –le dice—. Tienes suerte de que esté saciado, hoy no te comeré. Pero estaré cerca de ti siempre para que guardes nuestro secreto. ¡Ah! Y, voy a darte un consejo: Cuidado con los disfraces y los disfrazados.

El quinteto demoniaco ríe macabro.

 

@Anna Genovés

Sábado, treinta y uno de octubre de 2021

 

#halloween #halloween2021 #relatosdeterror #cuentos #terror #blog #historiasparanodormir #motherland #televisión #seriesdetelevision #historias #blog #escritoresdeinstagram #uncafeparaescribir #palabrasconvertebra #mujeresescritoras #letras #autoras #annagenoves

 


Halloween en Motherland

by on 17:17:00
  Halloween en Motherland En el plató 13 de la ciudad cinematográfica de Vancouver se está grabando un capítulo de la afamada serie sobren...



















PAN AM




Anoche vi el primer episodio de la nueva serie del canal ABC: “PAN AM” que cuenta las aventuras y desventuras de la tripulación y pasajeros, de ésta compañía aérea pionera en los vuelos de lujo. Ambientada en la década de los 60, con una exquisita dirección artística y una fotografía magistral, me ha dejado un más que agradable sabor de boca.
Sí, no será una obra maestra, ni mucho menos… pero en un mundo en el que, mayoritariamente, tanto cine como televisión, en todas sus categorías, derrochan violencia y sexo explícito, atisbar “en la caja tonta” algo con un dispendio de buen gusto y entretenimiento: es muy agradable.
El contoneo grácil de las faldas entubadas de sus azafatas, con esas piernas tan esbeltas y esos tacones de aguja, imposibles, me han recordado que soy una mujer. Es una alegoría a  la feminidad, como recordar que, en ocasiones, a las hembras nos gusta ser “mujeres florero” por el mero hecho de sentirnos hermosas y levantar suspiros en el sexo opuesto.  
Pero, no nos equivoquemos, la serie tiene una doble lectura: las perfectas “Barbies” además de ser preciosas, pertenecen al primer grupo de mujeres emprendedoras: aquellas que dejan de lado un futuro perfecto con unos hijos preciosos y un marido trabajador hasta la médula, incluido sus cigarrillos, sus whiskies y sus amantes, para lanzarse a volar e independizarse de todo aquello que hasta ese momento estaba bien visto para las de nuestro sexo.
Además, tiene una o quizás más adelante, varias subtramas, entre ellas el espionaje, que atisban desenlaces ensortijados en unos momentos cruciales para la historia contemporánea de nuestra humanidad, la guerra fría, donde los buenos eran de USA y los malos de la URSS. Y es que, ya se sabe: las apariencias engañan…



Y, como seguro pensaba la niña con la que concluye el episodio:



Mamá, cuando sea mayor
quiero surcar los cielos con los pájaros de metal
y no poner los pies en la tierra
hasta que mi espalda se encorve
y mis ojos hayan visto todo el planeta


Anna Genovés

PAN AM

by on 13:43:00
PAN AM Anoche vi el primer episodio de la nueva serie del canal ABC: “PAN AM” que cuenta las ...











JUEGO DE TRONOS



Anteanoche vi el último episodio de “Juego de tronos” y ya tengo ganas de ver la segunda entrega. Me niego a leerme los libros porque soy de las personas que tan sólo lee un libro de cada escritor: manías.
Estuve esperando ver este capítulo diciendo: bueno llegarán los guardianes del Muro y le salvarán el pescuezo al más honorable de todos los personajes: Mr. Sean Bean, Lord Eddard Stark… pero no fue así. La primera escena con la espada ensangrentada lo confirmaba. Nos queda su familia, todos ellos personas honestas, salvo Sansa a la que hay que perdonar porque es una adolescente, y como tal, sus deseos varían dependiendo de otras muchas cosas: esperemos se comporte en un futuro con la honorabilidad de sus ancestros.
Por razones que ahora no vienen al cuento, soy “serieadicta” pero, pese a ello, “Juego de Tronos” es la única serie que me devuelve a mi infanciao: cuando soñaba que era una princesa y que un príncipe me rescataba.
De momento, no hay ningún actor que físicamente se acople al de mis sueños. El guapo está claro que es Jaime, pero es tan vil que espero corra la misma suerte que Lord Eddard. Ya lo dice el refrán: quien a hierro mata con hierro termina, y él lleva haciendo fechorías desde el inicio de la saga.
Con respecto a la personalidad de los actores, son muchos los que bien podrían ser mis príncipes y lores, volvemos a los Stark: a todos. Además son buenos actores. Quizás sueñe que soy Catelyn Stark, la bien amada esposa o Arya Stark, a quien no dudo le espera un largo futuro cargado de aventuras, y por supuesto con un final de estrella: es un diablillo entrañable, el ojito derecho de Lord Stark… quizás esté llamada a representar a los Stark en su madurez o a ser el general de las tropas de los siete reinos.
Tan sólo he leído en Wikipedia al personaje de Lord Snow, quizás por las muchas dudas que tengo sobre mi origen, y, quiero pensar que es hijo del Príncipe Rhaegar Targaryen y Lyanna Stark.
Targaryen… el fuego, la locura, la maldad, los dragones y las mazmorras… “la salvación final”. Igual sólo son elucubraciones imprecisas de una mujer madura como yo, soñadora y aventurera, romántica y solitaria, a la que siempre le ha encantado escribir.
Por ello, ayer cuando vi la escena final de la primera entrega con Daenerys Targaryen, pensé que, renacida de sus cenizas, como el Ave Fénix, estaba envuelta de una plástica destructiva y a la vez, perfecta. Una composición que considero ha querido recordar el “Nacimiento de Venus” de Botticelli. Hermosa como ninguna, Daenerys, iba elevándose hasta quedarse erguida y despojada de toda ropa, sin embargo, sus hijos: la trilogía de dragones que percibo la cobijarán de por vida, nacidos del fuego mutuo con Khal Drogo, cubrían sus partes púdicas; mientras que sus pechos, desnudos, aparecían virginales, exentos de impurezas.
No la empujan el soplo de los dioses alados ni la rodea una lluvia de flores, pero sí aparece como una diosa cercada por rocas, cenizas, caballos y aquellos que la seguirán allí donde vaya.
Que la comparación es exagerada y hasta desvergonzada, sí, pero sólo hay que tener un poco de imaginación y cambiar la belleza renacentista de Botticcelli, el mago de la pintura, y rodear a la Venus, Daenerys Targaryen, de tierra yerma. Su preciosidad e inmaculada apariencia, hacen el resto.  La criatura sobresale, muchísimo, en hermosura con el resto de personajes. ¡Por algo será!
En mi fantasía quisiera que se uniera al recién nombrado rey del norte Robb Stark por aquello de que si los enemigos reales son los muertos de ojos azules, sólo el fuego puede combatirlos, Daenerys Targaryen, y… ¿quién podría paliar su exceso de combustión sino el rey de Invernalia?. Aunque imagino que otros pretendientes serán el hijo ilegítimo del rey Robert o Lord Snow en caso de que no sea su hermanastro, aunque lo prefiero de maestre del Muro, como un verdadero caballero, como un templario solitario y duro. Lord Stark, perdón, Mr. Bean, usted siga haciendo cualquier film o serial competentes, estuvo exquisito en “Red Ridding”. Nosotros: los cinéfilos, los televidentes, siempre se lo agradeceremos.
¿Quién ha dicho que soñar es sólo para los teenagers?. Jua, jua, jua…


Anna Genovés

JUEGO DE TRONOS

by on 0:01:00
JUEGO DE TRONOS Anteanoche vi el último episodio de “Juego de tronos” y ya tengo ganas de ver la segu...










THE WIRE






¡Ese Omar!, inmenso como el Robin Hood de “Las Baratas” en The Wire… aunque lo cierto es que este hombre de rasgos tan personales, interpreta, como los mejores, cualquier personaje que caigan en sus manos y convierte en real, lo ficticio.
Últimamente se le ha visto en “Boardwalk Empire” junto a Steve Buscemi (otro monstruo  de la interpretación), serie producida por Mr. Scorsese que relata los devaneos de la mafia en la década de los 20. Os la recomiendo.

Pero desde luego, sino habéis visto “The Wire” no dudéis en  pillarla de donde sea y apropiaros de sus cinco temporadas. No deja títere con cabeza, desmenuza la corrupción policial, política, medios de comunicación… Y, a la mafia, la pone en su sitio. Da igual que se trate de una red de prostitución, que de droga. En “The Wire” todo sale  a la luz... 

Lo cierto es que me parece hasta extraño que las autoridades de Baltimore hayan dejado libertad absoluta en el rodaje. David Simon es así, el chico milagro creando series. “The Wire”, es  un retrato de esa parte de la sociedad que todos sabemos que existe y que no queremos ver, de lo cruda y apestosa que es.

Y ahí, en el centro de la podredumbre,  está Michael K. Williams- little Omar,  tan duro como generoso, tan odiado como amado: The King.




Ann@ Genovés

LITTLE OMAR

by on 15:27:00
THE WIRE ¡Ese Omar!, inmenso como el Robin Hood de “Las Baratas” en The Wire… aunque lo cierto es que ...