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Yacía

  
Yacía en su lecho
no se movía
un rostro desfigurado
un corazón sin latido
un cuerpo cortado
en rodajas chiquitas.




Sus quejidos se tornaban palabros
un walker que no caminaba;
una muerta en vida
que sin lengua hablaba
una imagen del mundo vivido
de la agonía aparcada.




La silueta de una sociedad
consumida y consumada
prisionera de vida enajenada;
esa que nos rodea
y vive a nuestro lado
aunque sigamos a la caza.




Nos traga entre sus fauces
nos alienta a seguir la mañana,
blasfema nuestros nombres
y muere estando dinámica,
atrapada en el caos que divaga.




No digiere su pasado
su presente
su futuro
su soledad
su verdad
su infortunio.




Empuñando tesoros efímeros
que se lleva el viento,
letras salvajes
que rugen en el distancia,
palabras esquivas
que surgen de sus labios.




Frases maltrechas
que son verdades
viviendo bocabajo,
ahogadas
en sus vómitos
en sus necedades.




Cronista de una vida
que se escapa a cada instante
del día y de la tarde,
reloj de arena que no descansa
montañas de asfalto
caminando por la nada.




©Anna Genovés
Modificación
22/11/2014
Todos los derechos reservados a su autora
Propiedad Intelectual
V - 490 -14
Imagen tomada de Google
Mis agradecimientos a Sauri Photography



All of me - Billie Holiday
(subtitulada)


                                                          

Yacía

by on 21:21:00
Yacía     Yacía en su lecho no se movía un rostro desfigurado un corazón sin latido un cuerpo cortado en rodaja...




“…Desde aquel día no tuve otra ocupación que la física y especialmente la química, en el sentido más amplio de la palabra. Leía con avidez las obras, tan llenas de genio, que seguramente los investigadores modernos habían escrito sobre estos temas.

Tras días y noches de trabajos y fatigas, logré descubrir la causa de la generación vital. Más aún, conseguí dar vida a la materia inerte.

Nadie puede imaginar la variedad de emociones que me arrastraban como un huracán en el primer entusiasmo del triunfo. Prosiguiendo con mis cavilaciones, llegué a pensar que si podía otorgar vida a la materia inerte, podría con el tiempo, aunque entonces me resultaba imposible, renovar la vida en los cuerpos a los que la muerte había condenado a la putrefacción.

En una lúgubre noche de noviembre llegué al término de mis esfuerzos. Con una ansiedad agónica, dispuse a mi alrededor los instrumentos que me permitieron infundir una chispa vital a aquel ser muerto, que yacía a mis pies.

Era la una de la mañana y mi candil estaba casi consumido cuando gracias a su tenue resplandor contemplé como los ojos amarillentos de mi obra comenzaban a abrirse, al mismo tiempo que inspiraba profundamente. Un movimiento compulsivo hizo mover sus extremidades…”

Extracto de Frankenstein

MARY SHELLEY








Engendro



Muertos que hablan
vivos que enmudecen,
los días caen en la noche
la noche entristece.


Ataúd quebrado
Campo Santo que tirita
miradas de ultratumba;
el cadáver cobra vida.


Entre los árboles
alguien mira;
lleva una hoz en las manos
y capa negra, tupida.


Sonrisa sin dientes
músculo vacíos,
la muerte llama a tu puerta
reclama tu vida. Vigila.


Las campanas tañen
en la sacristía,
lápidas mojadas
lágrimas sin carne.


Ojos sin pupilas
vientre hueco
venas sin sangre;
engendro que camina.


©Anna Genovés
31/10/2014
Todos los derechos reservados a su autora


La verdadera historia de Frankenstein

                                                           

Engendro

by on 22:22:00
“…Desde aquel día no tuve otra ocupación que la física y especialmente la química, en el sentido más amplio de la palabra. Leía ...















Cuenta atrás



Cuenta atrás no queda nada
para olvidar el adiós
de esta vida insana.




Cuenta atrás no queda nada
para inventar una ilusión
en este mundo sin alma.




Cuenta atrás no queda nada
el universo se pliega
en un cono de almidón
de bolas negras.




Cuenta atrás no queda nada
aguas truculentas
niebla dispersada
alas que no vuelan,
mentiras dibujadas.






Cuenta atrás no queda nada

no naceremos sirenas,

seremos águilas.






Cuenta atrás no queda nada
animales de aire
que trasmutan en escarcha.




Cuenta atrás no queda nada
huesos de cristal
y músculos de piedra.




Cuenta atrás no queda nada
rostros de mil caras
y mente dispersa.




Cuenta atrás no queda nada
la noche es blanca
y el día negro,
el sol se enfría
y la nieve es fuego.




Cuenta atrás no queda nada
las estrellas se apagan
y las ciénagas brotan,
el ocaso fecunda la mañana
y la noche llora.



Cuenta atrás no queda nada
lágrimas yermas
y montañas álgidas,
bocas marchitas
y flores sesgadas.





©Anna Genovés
Propiedad Intelectual
V – 490 – 14
Fotografía reciente de Kim Bassinger tomada de Google.
Mis agradecimientos al fotógrafo
Craig McDean




Nick Cave - Darker With the Day (Subtitulado)







                                                     




…”Muy pronto todos los placeres se resumieron para él en la compañía de una joven que se los duplicaba, al compartirlos. Creyó sentir que la amaba, pero mantuvo sin embargo cierta reserva con ella: la sabía absolutamente pura, aunque impaciente por la espera de la llegada de su marido; además, no estaba seguro de amarla verdaderamente y percibía vagamente qué pecado sería arrastrarla a obrar mal. En qué momento se habían desnaturalizado sus relaciones, nunca pudo recordarlo. Ahora, como en virtud de tácito acuerdo, cuya época no podía determinar, le besaba las muñecas y le pasaba la mano en torno al cuello. Parecía tan feliz que una tarde hizo más aún empezó por abrazarla; luego la acarició largamente y la besó de nuevo sobre los ojos, sobre la mejilla, sobre los labios, en el cuello, en los ángulos de la nariz. La boca de la joven, sonriendo, se adelantaba a las caricias y sus miradas brillaban en las profundidades como un agua entibiada de sol. Las caricias de Baldassare se habían hecho más audaces, sin embargo; en determinado momento, la miró; le sorprendió su palidez, la infinita desesperación que expresaban su frente muerta, sus ojos afligidos y cansados que lloraban, en miradas más tristes que lágrimas, como la tortura soportada durante la crucifixión o después de la pérdida irreparable de un ser adorado. La contempló un instante; y entonces en un esfuerzo supremo, elevó hacia él sus ojos suplicantes que pedían merced, al mismo tiempo que su boca ávida, con un movimiento inconsciente y convulso, de nuevo solicitaba besos…”.

Extracto de  Los Placeres y los días
Marcel Proust










Minutos crueles


Palpitaciones firmes

minutos inflamados, crueles.

Ojos que la acechan

lejos de mirarla

devorando su cuerpo

sin tocarla.


Verdugo con hacha

sufrimiento rasurado

 alma profana:

no poseerlo.

Alborada cauta

deseos…


Yacer en otro lecho

rosas y espinas, magullada.

Saber que la gozan

sin tan siquiera catarla.

Pasan horas,

días, semanas...


Pétalos doblados

curvas derrochadas

sentimientos perdidos

en manos sádicas:

torturada.

El viento camina.


Labios golosos

lisonjas dominadas

cuerpo de Afrodita

manos de nácar.

Contorno de caderas:

nalgas.


Corazón desbocado

mañana clara.

Amantes perdidos

recordando las miradas

quizás en otro encuentro

el agua los bañara.



Barbarie carnal

vía crucis de penas

seducción fatua.

Sorber sin ser forzada

pensamientos unidos:

anhelo.


Sangre amarga

licuada de angustia

amasada por rencores:

fuga.

Deseos minimizados

en un adiós eterno.


Furia contenida

café humeante

en taza ácida;

para nada.

El tiempo pasa.




©Anna Genovés
12/07/2014

Propiedad Intelectual
V-490-14
Fotografía tomada de Google
Mis agradecimientos al fotógrafo
Ruslan Lobanov




Soldier on - Richard Hawley

(traducida)




                                

Minutos crueles

by on 20:02:00
…”Muy pronto todos los placeres se resumieron para él en la compañía de una joven que se los duplicaba, al compartirlos. Creyó se...


“Walter Gilman no sabía si fueron los sueños los que provocaron la fiebre, o si fue la fiebre la causa de los sueños. Detrás de todo se agazapaba el horror lacerante y mohoso de la antigua ciudad y de la execrable buhardilla donde escribía, estudiaba y luchaba con cifras y fórmulas cuando no estaba dando vueltas en la mezquina cama de hierro.  Sus oídos se estaban sensibilizando de manera poco natural e intolerable, y ya hacía tiempo que había parado el reloj barato de la repisa de la chimenea, cuyo tictac había llegado a parecerle como un tronar de artillería.  Por la noche, los rumores de la ciudad oscurecida, el siniestro corretear de las ratas en los endebles tabiques y el crujir de las ocultas tablas en la centenaria casa bastaban para darle la sensación de barahúnda.  La oscuridad siempre estaba llena de inexplicables ruidos, y no obstante Gilman se estremecía a veces temiendo que aquellos sonidos se apagaran y le permitieran oír otros rumores más leves que acechaban detrás de ellos”...

Extracto de Los Sueños de la Casa de la Bruja
H. P. Lovecraft







Fustiga

Fustiga su alma
con palabras molestas
frases que nadie entiende y ella expresa

Fustiga su corazón
con raciocinios imposibles
galimatías dispersos que no la definen

Fustiga su cuerpo
con látigos de hielo
azotes que laceran y enferman sus huesos

Fustiga sus pensamientos
deseando ver a su amante
pensamientos que se esfuman en el aire

Fustiga sus músculos
subiendo y bajando cajones
cargas pesadas que la agotan

Fustiga sus órganos
con crueles mentiras
engaños llenos de minutos e ira

Fustiga todo
cuanto ve y siente
porque desea morir y olvidarlo por siempre

En vez de morir sigue viviendo
para verlo y desearlo
para amarlo en silencio

Cansada de heridas
que lastiman su cuerpo
mira al cielo y pide un hechizo

La magia no llega
y su cuerpo se marchita
su alma pide clemencia
su hechura pide una vida

Nada le dan y todo vuela
mas, aparece una luz
de las tinieblas

Luz que enciende candiles
y aspira su ser
luz que la lleva consigo
y la hace estremecer

Ya no castiga a nadie
ni a ella misma
no necesita nada
está en una fosa maldita


©Anna Genovés
Todos los derechos reservados a su autora
Propiedad Intelectual
V― 490 ―14

Declamación del poema 





Emilie Autumn - Gaslight
(Subtitulada)



   
                                                            

Fustiga

by on 21:21:00
“Walter Gilman no sabía si fueron los sueños los que provocaron la fiebre, o si fue la fiebre la causa de los sueños. Detrás de todo ...