…"En Inglaterra, observa V. Woolf, las mujeres escritoras siempre han suscitado hostilidad. El doctor Johnson las comparaba a «un perro que camina sobre las patas traseras: no lo hacen bien, pero es asombroso». Los artistas se preocupan más que cualquier otro por la opinión de los demás; las mujeres dependen de ella en grado sumo, y así se concibe qué fuerza necesita una mujer artista para atreverse a prescindir de ella; a menudo se agota en la lucha. A finales del siglo XVII, lady Winhilsea, noble y sin hijos, intenta la aventura de escribir; algunos pasajes de su obra demuestran que poseía una naturaleza sensible y poética; pero se consumió en el odio, la cólera y el temor:

¡Ay! ¡Una mujer que toma la pluma
es considerada como una criatura tan presuntuosa,
que no tiene remedio alguno de redimir su crimen!

Casi toda su obra está consagrada a indignarse ante la condición de las mujeres. El caso de la duquesa de Newcastle es análogo: gran dama ella también, al escribir provoca el escándalo. «Las mujeres viven como cucarachas o como lechuzas, y mueren como gusanos», escribe con furor. Insultada, ridiculizada, tuvo que encerrarse en sus dominios; y, pese a su generoso temperamento, casi medio loca, no produjo más que extravagantes lucubraciones. Solamente {112} en el siglo XVIII, una burguesa, la señora Aphra Behn, después de enviudar, vivió de su pluma como un hombre; otras siguieron su ejemplo; pero incluso en el siglo XIX se veían obligadas a menudo a ocultarse; ni siquiera disponían de un «aposento propio»; es decir, que no gozaban de esa independencia material que es una de las condiciones necesarias de la libertad interior”….

Extracto de El segundo sexo
Simone de Beauvoir



Letras


Letras sueltas, encogidas
repletas de faltas de ortografía


Pasos a trompicones
mente difusa


Oídos que pitan
se hace tarde para la entrega


Todo finaliza
la muerte negra


Las palabras putrefactas
entre líneas


Mentiras sobre mentiras
ilusiones fallidas


Amor en el cajón
servilleta vacía


Vuelos de mariposa rosada
mantequilla


La nevera está abierta
la mañana es fría


El hambre en el estómago
se olvida


Trabajo minucioso
en la estantería


Flores que no se ven
el sol de la playa bendita


Asiento de madera
espalda chiquita


Dedos angulosos
tecleando deprisa


Poemas, relatos
frases, novelas ficticias


La mente a borbotones
tarde eclíptica



Noche sudorosa
madrugada ínfima


Virtudes difusas
por los pasillos de la casa
y los techos de la ira


Árboles lejanos
en cuenca ajada
verdad que asesina



Anna Genovés
05/04/2014
Propiedad Intelectual V― 490 ―14
Fotografía tomada de la red. Mis agradecimientos al magnífico fotógrafo  Irving Penn




Lorde - Royals [Subtitulado al Español]



Letras

by on 14:14:00
…"En Inglaterra, observa V. Woolf, las mujeres escritoras siempre han suscitado hostilidad. El doctor Johnson las compar...






Semáforo en verde

Hola amigos. Voy a contaros lo que me pasó ayer por la tarde. Vamos, ¡para troncharse!

El día había amanecido con el cielo enladrillado de un gris suave y la humedad estaba por las nubes. Después de comer, tenía que hacer varios encargos... Y allá que me pongo mi vestido color semáforo en verde y las sandalias de plataforma. En el bolso, llevaba unas cuantas fotografías de un trabajo que me habían encargado: lo cierto es que pesaba lo suyo.

Con el estómago todavía lleno, me fui a la peluquería para que me retocaran el flequillo: quería recortarlo de medio lado. En un plis-plas estaba hecho; me vi monísima con la melena suelta: más cálida que una toquilla de lana. Pero, ya lo dice el refrán: «Para presumir, hay que sufrir». Lo reconozco: soy muy presumida.

Siguiendo mi humectante periplo, en cuatro zancadas me planté en la parada del bus. Y, tras diez minutos de espera, llegó el ansiado 67 de la EMT con el aire acondicionado a toda pastilla. Iba casi vacío, así que pillé un buen asiento y me puse a wasapear hasta la plaza del Ayuntamiento. Saludé al edificio del cabildo: «Hola amigo. ¡Te veo rejuvenecido!» –le dije—. Época de cambios, pequeña –me indicó, caballeroso—. Tras un guiño de ojos seguí mi camino hasta Bershka; tenía que devolver una camiseta.

A continuación, fui al Corte Inglés para mirar un rato… La boca se me hizo agua y la billetera estaba sin guita. Mi cabeza barruntaba y mis anisas por comprarme algo aumentaban. Cuando salí del Centro Comercial, me di de bruces con un Pull&Bear. No lo pude remediar: entre y me compré un pingo de ocho pavos de los que lavas y se deshacen; pero es monísimo. ¿Qué haríamos las mujeres sin tiendas? Algo parecido a los hombres sin fútbol. Volvernos locas, ¿sí o no…? Depende. Todo depende… ¡Chicas! A veces, hay que darse algún que otro caprichito.

Entre pitos y flautas, anduve más que si hubiera corrido una maratón. Cada vez iba más cargada: el bolso se me antojaba un yunque y los zancos anclas. Parecía un barco a la deriva en el océano del asfalto; las construcciones eran ballenas. Los vehículos tiburones y los transeúntes, pirañas voraces. Cuando salí de entregar el trabajo con una carpeta llenísima de documentos e imágenes para el próximo artículo, iba empapada de un sudor pegajoso; algo así como si acabara de hacer una sauna turca. Y todavía me quedaba la vuelta.

¿Qué queréis que os diga...? Las temperaturas elevadas funden mis plomos. Es cierto: «La primavera, la sangre altera». Pero tengo una camiseta nueva y llevo el flequillo desfilado. No me importa ir como un pollito remojado. ¡Seré tonta! Por verme mona lo que haga falta. Cosas de mujeres...

©Anna Genovés
12 de junio de 2015





The Beatles Yellow Submarine (Subtitulado)



Semáforo en verde

by on 20:20:00
Semáforo en verde Hola amigos. Voy a contaros lo que me pasó ayer por la tarde. Vamos, ¡para troncharse! El día había...






          Sin papeles y marcados

A lo largo de la historia, las migraciones desde África (considerada la cuna de la humanidad y de las especies de homínidos y antropoides antecesores del hombre actual) han sido constantes. El registro arqueológico demuestra que el género homo llevó a cabo la primera, hace unos 2mill de años. El homo sapiens sapiens (humanos modernos), comenzó su proceso migratorio  hace 250 mil años, hasta colonizar todo el planeta. Algunos investigadores como Merritt Ruhlen, sugieren que estas migraciones brotaron por la existencia de un idioma ancestral (denominador común) que dio lugar a todas las lenguas actuales. Otros, como el genetista Cavalli-Sforza, se decantaron por el estudio del ADN.

Las variaciones genéticas de los humanos son el producto de las adaptaciones climáticas. Partiendo de estas premisas, no debería asustarnos ni preocuparnos las avalanchas de africanos que emigran hacia Europa para conseguir una vida mejor. Cruzan las vallas de Melilla y Ceuta o el Estrecho de Gibraltar en pateras. No les importa arriesgar sus vidas en las peligrosas barcazas o con las dagas metálicas de las alambradas.

En la actualidad, la información de cómo funciona el mundo, está al alcance de cualquier ser humano que pueda acceder a las nuevas tecnologías: Internet y las Redes Sociales, lo hacen posible. Por desgracia, en muchos países africanos, no hay comida (sus tierras son tan áridas que no crece ni la mala hierba). Pero casi siempre hay alguien que puede acceder a un ordenador para informar al resto de habitantes. En esta situación, a todos nos sucedería lo mismo; no deberíamos preocuparnos por los que llegan, sino por cómo llegan. La hecatombe melillense, es inhumana. La estructura de las vallas que hacen de frontera entre Marruecos/España, son aterradoras. Estas son la cuchillas instaladas en la valla de Melilla:



La de Melilla, tiene un perímetro de 12 Km y consta a su vez de tres alambradas y un foso. Dos de seis metros de altura en la parte española ―con entramado metálico entre ambas―. Una de dos metros (con remate de púas férreas) y una fosa, en la marroquí. Lo mejor está en la cima, coronada por una red de cuchillas. Están tan afiladas que ni un cúter, lo cual, provoca heridas sangrantes o incluso la muerte.

Datos sobrecogedores

2005
Fue abortado un intento masivo de entrar en territorio español con un tiroteo desde el lado marroquí. Algunos emigrantes son deportados o abandonados en el desierto. Murió un menor y uno de sus compañeros, llegó a España.

2006
El gobierno de Marruecos es acusado por Amnistía Internacional y Médicos sin fronteras, por abandonar a centenares de refugiados en el Sahara sin comida ni agua.

2008
A finales de año, se repelió una invasión masiva por la Guardia Civil, la policía nacional y  agentes marroquíes. Se utilizó material antidisturbios y gases lacrimógenos.

2010
Murieron dos personas en la parte marroquí y una en la española. Siete emigrantes llegaron en Melilla.

2011
Cinco personas lograron pasar al lado español.

2012
30 personas pasaron al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes. Días después, alrededor de 500 personas, intentaron la proeza. Sólo un 10% consiguió su propósito. Se trasladó a la zona, un grupo de Reserva de Seguridad (Guardia Civil),  dedicado al control de masas.

2013
A lo largo del año, se sucedieron diversos intentos masivos de pasar al lado español. Alrededor de 20-30%,  alcanzó su meta. Fueron detenidos dos periodistas que cubrían la noticia.

2014
En lo que va de año, más de 600 personas han conseguido traspasar la valla, pese a que muchos de ellos malviven en los Centros Temporales de acogida o permanecen ingresados en hospitales a causa de las heridas causadas por las cuchillas de la concertina.

Nuestro país intenta salir de una crisis, los suyos están inmersos en un desequilibrio económico perpetuo. Con los datos sobre la mesa, está claro que las migraciones seguirán existiendo, sí o sí. Comportémonos como sapiens sapiens, y no como cuadrúpedos mentales. La imagen de un emigrante herido en la valla melillense, es sobrecogedora...





Migraciones…

“La persona es parte de todo aquello que encuentra en su camino”.

Alfred Tennyson


Something's got a hold on me - Etta James (subtítulos en español)










Reseña de Tinta amarga en Learning True

Ayer me llevé una grata sorpresa cuando vi que el blog LearnigTrue, había publicado una reseña, bastante favorable, de la primera novela que publiqué en Amazon: Tinta amarga.

Desde aquí, agradecer a su administrador: Luis Martínez Trasviña, no solo por la deferencia que ha tenido al dedicarme esta entrada, si no por lo bien hilvanada que está y lo preciso de la misma. Desde luego, se nota que ha leído la novela de cabo a rabo; no se ha dejado ningún entresijo por descubrir.

Si te apetece saber más sobre la novela Tinta amarga, un thriller erótico con numerosas sub tramas de espionaje y corrupción que no dejarán indiferente ni al más exigente de los lectores, te invito a leer esta cuidadosa reseña.

Muchas gracias. 



Nueva portada



Reseña de la novela Tinta amarga en el blog literario Learning True.

Tinta amarga disponible en formato papel y ebook en Amazon.


Amy Winehouse - Back to black [Subtitulado al Español]







“…Las casas tienen, también su vida. Algo de la sustancia espiritual de los que en ellas moran va quedando en los rincones oscuros, en las paredes, entre las vigas del techo, hasta en los ocultos agujeros que abre la polilla. Es una vida formada de muchas partículas de vida. En las casas antiguas, por las que han desfilado venturas y las tristezas de muchas generaciones, esa vida es tan fuerte que influye en la nuestra. Nosotros no la podemos ver, en la aparente quietud de las cosas, pero existe; los espíritus de los niños, sensibles a todo influjo, cercanos a lo sobrenatural, de donde vienen, la advierten con mayor claridad: así sienten en las habitaciones oscuras vago terror. Y a veces, nosotros, al quedar solos en una en silencio, hemos sentido la presencia de otro misterio que nos acechase; y entonces. hemos sufrido un impulso vehemente de huir. ¡Oh, sí: podéis creer en el espíritu de las casas, que a veces es trágico, que a veces es sonriente y protector...! El que sepa leer esos ligeros rumores que  llenan los edificios durante la noche, conocerá muchos secretos tenebrosos.

Y nosotros sentimos despertar la vida del caserón: pasos imperceptibles, que se advierten porque cruje la madera del suelo; un suave rumor como de charlas contenidas; una risa ahogada que se confunde con el trotecillo de un ratón... Desde el fondo de un espejo nos atisbaba algo invisible. Osvina, pálida, fría, miraba hacia los rincones oscuros. ¿Qué adivinaba su alma, hecha al horror?.. Yo miré sus grandes ojos redondos, dilatados de espanto. Y en los verdes iris vi claramente el rostro enjuto y el puntiagudo mentón y la corva nariz de su padre, inclinada hacia el pecho, como el pico del cuervo que se posó una vez sobre el cadáver del novio muerto en la ría lejana.

Si las palabras llegasen a expresar toda la fuerza de lo sobrenatural, yo podría enloqueceros con el relato de aquellos días angustiosos pasados en el caserón, mientras fuera caía implacablemente la lluvia. El cielo era oscuro como la alcoba de un enfermo; frente a nuestras ventanas se alzaban los muros de la catedral, y los monstruos de las gárgolas vomitaban incesantemente el agua turbia de los tejados, como en una náusea continua. Mi mujer, ovillada en el diván, más pálida que nunca, más transparente su piel, callaba, y callaba, en un silencio desesperante y tenaz. Había sentido vagar por la estancia el espíritu del novio muerto, hosco y vengativo, y se advertía sobrecogida por un pasmo de horror. Una noche, al saltar al lecho, asombrado por el pabellón carmesí, gimieron las tablas con un largo lamento…”.

Wenceslao Fernández Flórez







La nana


Tengo el alma rota, los huesos ajados y la mente absorta. Me precipité al légano; ahora, lo habito. Incapaz de salir y encontrar un agujero que me cante una nana para dormir mi sueño. Entre el sosiego y la paz del alma; el dolor y la esperanza.


Oigo el graznar de los pájaros
que vuelan lejos,
el rugir de las fieras
que me desean,
el zumbido del aire
planeando sobre las nubes de asfalto,
azotando mares, ciudades y velas.


Sigo muda envuelta en alquitranes que hacen las veces de una quimera. Degluto la cena ajena a lo que como. Saltamontes con revuelto de setas. Las patas ahorcan la campanilla y, aunque deseo chillar, mi voz cristaliza. Polilla tácita.


Estoy en el charco de una casa
que engulle mi cuerpo
convertida en ausencia,
quiero escapar y volar por el cielo
no puedo,
el boquete se agudiza y me traga,
formo parte de un agujero negro que vaga.


Dentro del cosmos, soy una molécula turbada. Un ritual imperfecto que rueda desde el firmamento a su morada; de su morada al firmamento. El fuego helado baña mi piel. Lágrimas volátiles; agua de lluvia que moja mi ser.


El légano sigue tragándome
y llego al suelo,
reboto y salgo liberada
desconozco el motivo, la causa,
mi vida está perdida en
una botella de salsa,
sobre mantel de fino lienzo.


Mi cuerpo es un queso gruyere abierto. Se disuelve con el  murmullo de un sonido perfecto; me transporta a la niñez, a un rostro que me ama. Escucho una canción de cuna que mece mi cuerpo, unos labios hermosos, que me cantan. La nana se acaba.


Sepultada,
muerta y enterrada,
en una fosa blanca
mis ojos no ven, mi mente calla,
soy la nada
y lo que fui,
quedó en el hoyo de esa casa.




©Anna Genovés
26/10/2012
Propiedad intelectual V – 1285 – 14
Modificada
30/05/2015
Imágenes de Neus Pastor, tomadas de la red: mis agradecimientos.



Nick Cave & The Bad Seeds - The sorrowful wife traducida al español


La nana

by on 19:19:00
“…Las casas tienen, también  su  vida. Algo de la sustancia espiritual de los que en ellas moran va quedando en los rincones oscu...






Esmalte de uñas

Por fin un domingo como toca: 24º y una brisa estupenda. Me encantaría que esta temperatura se quedará para siempre. Pero nos aclimataremos a lo que venga. Os cuento una historieta que me ha sucedido esta mañana…

Me he levantado, desayunado y duchado… Como de costumbre.  De repente, he dicho: “Voy a ser un poco sofisticada. ¡Voy a pintarme las uñas!”. Primero me las he aseado, y, después, he cogido el Maletín de la Señorita Pepis. He barruntado entre los esmaltes de la paleta, y me he decidido por un fresa oscuro. Marca: Leticia Well. ¡Cómo no! Del gran bazar Lin Chu, a 1€.

Vaya… He repetido con ese soliloquio íntimo que solo yo escucho. Sí. Hablo sola. Siempre lo he hecho. Pero de un tiempo a esta parte, la cosa va en aumento. Pienso que será alguna fase de prechochez o algo por el estilo... Me la trufa: seguiré haciéndolo. En esta ocasión, el asunto va de letizios. A ver,  ya sabemos que en España, somos muy antimonárquicos, pero la reina está en boga por todos los sitios. El runrún de si está demasiado delgada… Si sus zapatos marcan tendencias…  Si su look a lo Rania de Jordania con peinado reconvertido en Victoria Beckham le confiere  un poso muy chic y un largo bla, bla, bla... Bueno, la cosa es que la reina ha puesto de moda hasta los pintauñas de los Fumanchú. ¡A no! Ella es Letizia con zeta. Va a resultar que los asiáticos tienen mejor ortografía que algunos empleados de los juzgados. Bueno, en esta vida se ve de todo.

A lo mío, toda femenina con el pincelito y tarareando una canción —con ese tono horríbilis de voz carajillera—. A cada pincelada, mi rostro ponía una mueca diferente, siempre he sido pésima con eso de los acicalamientos... pero, tanto tiempo sin niquelarlas, ha convertido el jueguecito en  desternillante. Al final, me he pintado las uñas de los pies. Sí. Y de paso, los bordes, los dedos y las palmas de las manos. En fin, que el fresa oscuro me sale por las orejas. Si me hubiera visto cualquiera de mis amigas, me hubiera dicho: “Nena, tú, dedícate a escribir que yo te pinto las uñas”.  Como si solo sirviera para darle a las teclas. ¿A ver si tienen razón?

Lo mejor de todo es que no tengo quitaesmalte. Así que iré con los dedos a lo comanche en son de guerra y con sandalias, hasta que pueda acercarme a otro garito de: “Tengo de todo, señola. Balato, mu balato”. Y me compraré uno balato, balato; con un poco de suerte, se me caen las uñas y me ahorro este riguroso trabajo. Más tarde, vendrá la segunda parte: maquear el estropicio con bastoncitos de bebé ungidos en el caldo mágico. Ya veremos si no acabo colocada como si me hubiera fumado unas cuantas cachimbas de AK47 y con las uñas a lo cebra keniana. Al final, me quitaré las fresitas por completo y seguiré luciendo mis pies de Picapiedra al natural.

No va de coña: una es así de cómica.

©Anna Genovés
17/05/2015
Imagen tomada de la red.



Esmalte de uñas

by on 17:17:00
Esmalte de uñas Por fin un domingo como toca: 24º y una brisa estupenda. Me encantaría que esta temperatura se quedará pa...





Sarmiento


Sarmiento de invierno

buitres y flores

no mereces ni un verso

el tiempo ha muerto.



©Anna Genovés
20/05/2015




Placebo - Song to say goodbye – Traducida



Sarmiento

by on 20:02:00
Sarmiento Sarmiento de invierno buitres y flores no mereces ni un verso el tiempo ha muerto. ©Anna ...




La zona muerta: libro-poemario

Ayer por la mañana, al abrir el buzón, me llevé una grata sorpresa: mis amigos Jose Manuel Vara y el editor Rubén Darío Fernández, de Excodra Editorial, me habían enviado un ejemplar de La zona muerta. Un libro-poemario en el que he colaborado junto a Adriana Bañares, Denisse Sánchez, Garazi Gorostiaga, Lucía de Fraga, Sylvia Ortega y Patty de Frutos.

Al leerlo, he comprendido el miedo de mi niñez. Ese horror que me hizo dejar de sonreír antes de hora. Mi vida ha sido compleja… Fui una niña hípertímida, solitaria, tartamuda y muy bonita; y las niñas bonitas no tienen cerebro. ¡Ahí va! Me confundí, la canción decía: “…Las niñas bonitas no pagan dinero…” No obstante, algún refrán mal aviado, dice algo así como: “Las rubias son tontas”. Si unimos lo primero a lo segundo… Está todo dicho: “Las niñas bonitas no tienen cerebro”. Yo lo tenía, ¡vaya si lo tenía! Pero vivir con pánico en las entrañas, acota todos los retículos del organismo. Y, una, creció con el terror inyectado en las venas, por muchos motivos…

Uno de ellos, ocupa el tema central de este excepcional poemario que no te dejará indiferente: abusos durante la infancia. Una cuestión que está, por desgracia, a la orden del día y que pocas personas se atreven a promulgar. Es como un pacto de silencio estilo La Cosa Nostra, que se ciñe sobre las familias donde delitos, de todo tipo, contra los más pequeños, existen o han existido. Ser hija de viuda desde bien chiquita –mami era una buena mujer, confiada y generosa—, me dejó en manos de lobos con piel de cordero.

Durante mi infancia, pubertad y juventud, supe que el ogro no estaba en casa. Sin embargo, todas las noches rascaba la puerta. Quizás, por este motivo, mi literatura tiene una parte destructiva y salvaje… Demasiados años en el rincón de los silencios. Ahora, no callaré. Y mi pluma, afilada, dirá lo que haya que decir en cada momento. Para bien o para mal.

Así es La zona muertafresca como la niñez y experta, cual madurez temprana. El acabado, ejemplar. Mi gratitud a José Manuel Vara, la primera persona que me tendió la mano y me ayudó a purgar los horrores interinos, en esta Memoria perdida cuya lucidez, a veces, sorprende. Y a Rubén Darío Fernández, editor de Excodra editorial. Os dejos uno de los poemas con los que contribuyo en este insólito libro donde la verdad aflora y las mentiras desaparecen.








         Semen



El agua resbala por la piel
la toalla, abriga
desliza la crema por el cuerpo
blanca, nívea.



La torpeza de sus dedos, salpica
un grumo esponjoso
juguetea en sus rodillas
semen que huele a regaliz, odio.



¿Por qué? –Se pregunta—
¿Por qué odia el regaliz?
¿Acaso tocaron sus genitales?
¿Acaso eyacularon en su rostro?



La memoria borró la injuria
el recuerdo se mantiene,
el miedo está cerca de casa:
el lobo aúlla.



Unos hombres, un pasillo
una niña que grita
¡Qué preciosa era!
¡Qué linda!


Trencitas de oro
labios de fresa y ojos chispita
¡Qué preciosa era!
¡Qué muñequita!



Tan risueña, tan ingenua
tan bonita, tan secreta…
La llamaron por su nombre
y corrió alegre.


¿Quiénes eran?
¿Qué le hicieron?
Los conocía:
semblantes desfigurados.



El tiempo empaña las figuras,
y dejó de reír
y dejó de ser cándida
y dejó la niñez en el pasillo
de esa casa.


Huele a semen
tras una felación,
huele a mugre
sobre el rostro.


©Anna Genovés
13/05/2015
Propiedad intelectual 09/2013/2345