Un orujo por favor


Diluido en alcohol, el hombre mira a la mujer de enfrente…

Prietas sus carnes de abundancias generosas; labios voluptuosos y caderas generosas. No sabe que podría ser suya por bien poco. Es una mujer de esas que se venden a todos.

Empapado en orujo y whisky, la ve envuelta en terciopelos finos y cachemires de buen ver... cuando sus mallas, casi transparentes, las ha comprando en los chinos de todo a diez y su suéter en Saldos de segunda mano para ella y para él.

Su cabello, es dorado como el oro barato de un negro que garabatea un Picasso de la etapa de Isidre Nonell. Pero él lo ve hermoso, esponjoso y brillante; lavado con champú Kerastase y acicalado con Bylgari de Té. No sabe, el bueno del caballero, que aclaró su melena con gel marca blanca y que utilizó como perfume una colonia imitación a Chanel nº 6.

La cortesana es un arma de doble filo para hombres con presbicia y cabellos exiguos; ríe, picarona, y entre sus dientes asoman varios huecos. Él ni los ve. Sonrisa espléndida para una mujer de bien –piensa.

Y así, entre miradas y contoneos, salen cogidos del brazo y se van a un lugar secreto. Él piensa que están en una suite del Ritz, cuando es un cuartucho de alquiler.

La hembra va directa al grano, se desnuda entre sortilegios y engaños que el hombre transforma en sinuosas caricias y ternura por doquier.

¡Ay! Pero en el momento álgido del encuentro furtivo, la mujer gime de placer mientras el hombre, pistola en mano, tiene un gatillazo que lo deja fundido. Ella se consuela con un artilugio de látex. Él ni mira lo que hace. Y seguido, se toma otro orujo con miel.

La niñez, la juventud, la madurez y lo que viene después...


©Anna Genovés

2012

Un orujo por favor

by on 23:50:00
Un orujo por favor Diluido en alcohol, el hombre mira a la mujer de enfrente… Prietas sus carnes de abundancias gen...















LECTURA DE POEMAS


El Café Malavarrosa, ubicado en la Calle Historiador Diago de Valencia, es un espacio cultural concebido, entre otras cosas, para ver-escuchar y hablar de cultura.

El jueves pasado, Carlos Marzal, poeta galardonado, entre otros con el XVI Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe (2004), leyó diversos poemas de su última publicación, que tuve el honor de escuchar.

Me sentí cercana al maestro, y su poema “Sangre Joven” me conmovió y me hizo reflexionar… La vida es tan corta como un suspiro y la juventud tan hermosa como una flor.

Tras la lectura hable, brevemente, con él escritor y me pareció una persona humilde y cordial… ¡Bravo por el maestro!.



Ann@ Genovés

CARLOS MARZAL

by on 11:47:00
LECTURA DE POEMAS El Café Malavarrosa, ubicado en la Calle Historiador Diago de Valencia, es un e...












TU ROSTRO Y EL MÍO




Deja que el amor entre por la rendija de la puerta…
Deja que entre y que nos de su conciencia.


Deja que el amor entre por los vanos de las ventanas…
Deja que entre y que ilumine esta casa.


Hace tanto tiempo que te busco…
Hace tanto tiempo que te quiero…
Que me duele el alma y me duele el cuerpo.


Suspiro con tu presencia…
Suspiro con tu sentir,
se me ilumina el rostro, si estás cerca de mí.


Me pregunto, una y mil veces,
si tu sabiduría es mi angustia y mi sentir…
Incapaz de descubrirlo, comienzo a gemir.


Pensaba que el amor era algo milagroso…
Y he descubierto, que me arrastra al lodo.


Tu rostro y el mío, mi vida y la tuya…
Sinsabores amedrentados,
por temores y calumnias.

Llevo tu estigma en mis ojos…
Ojos de mujer sin amado,
ojos de mujer que por ti, lo daría todo.

Mendigo por las calles, buscando un poco de ti…
Y tu estela me deja aflicciones
y el rescoldo de tu existir.



Ann@ Genovés
14/02/2012

















A MENOS VEINTE GRADOS

A menos veinte grados esta mi corazón
a menos veinte grados…
Me quedé sin ilusión,
me quede sin proa en mi barco.



A menos veinte grado se quedó mi corazón
a menos veinte grados…
Murió de inanición
murió sin tu calor humano.



A menos veinte grados está mi corazón
a menos veinte grados…
Helado por el dolor
 el dolor de no tener tus manos



A menos veinte grados me dejaste,
muda y solitaria
cuando te fuiste sin aviso…
A menos veinte grados.



Navego por mares tumultuosos
repletos de maleantes,
que se quedan con mi esperanza
que se quedan con mi desastre.



Navego sin rumbo fijo
porque me lo robaste y te fuiste,
el frío no existe…
existe la ausencia de calor.



No puedo más que dirigirme,
a dónde me lleve mi barco…
Flotando por mares oscuros
y por charcos, rellenos de barro.



El lodo es mi compañero…
Y tu agravio, mi estandarte.
Mi equipaje, el desasosiego,
mi amigo, el desastre.



A menos veinte grados,
la vida no existe…
Aunque tu corazón lata de tarde en tarde,
a menos veinte grados…



Mi cuerpo se comprime
mi mente se repliega,
mi corazón, ya no late.
Sigo viva, exenta de sentimientos.



Sigo como una peonza
que todo el mundo rige…
hoy en este austero puerto
y mañana en el destierro.



Encallada en la roca,
está mi casa y mi oro,
encallada en la roca
está mi vida y mi retoño.



A menos veinte grados…
todo es blanco como la muerte.
A menos veinte grados,
todo es diferente.



 
Ann@ Genovés 
9/02/2012








Anna y George


 

Anna es una chica entusiasta que dirige una academia de arte plásticas en el corazón de Manhattan. Le gusta ir al teatro con su amigo George, un gay descarado y seductor al que ama porque la adora.

A George le gustaría ser idéntico a Anna, aunque con algunos matices. Su amiga es pelirroja, y él siempre quiso ser rubia. Ella lleva la talla noventa de sujetador y él querría llevar la ciento cinco.

Por lo demás, se conformaría con lo que tiene Anna: un negocio próspero, un husky siberiano, un loft de cuatrocientos metros con vistas a la Estatua de la Libertad y un novio que, para George, está como el queso azul –su preferido.

George nació en Texas, en el seno de una familia de rudos ganaderos –siempre se sintió como un pececillo verde— sufrió malos tratos y vivió aislado de todos. Cuando cumplió la mayoría de edad, no pudo soportarlo más… Y, una noche, se escapó.

Pasó hambre, frío y una insoportable soledad. No tuvo más remedio que robar y prostituirse. Por fin, un veintidós de noviembre –gris y lluvioso— llegó a Manhattan y tropezó con Anna. Desde entonces son inseparables.

Desde entonces, la vida de ambos, cambió.


©Anna Genovés


Anna y Georges es un MICRORRELATO Finalista en el “I Concurso de Microrrelatos de CLAVE”. Valencia 2011






Anna y George

by on 23:44:00
Anna y George   Anna es una chica entusiasta que dirige una academia de arte plásticas en el corazón de Manhattan. Le gus...









EL VIAJECITO


Discurre camino abajo
como un gusano metálico.



Las ruedas son sus múltiples patas
y las ventanas sus ojos.



Nunca pasa desapercibido
con su chirriante bocina y su trastorno.



Combinando los baches de la calzada
con las personas que lo agasajan.



Entro y me siento en su baluarte
desde allí contemplo todo.



Como una diosa en un trono
de basura y desastre.



Los frenazos, los pitidos,
las personas que entran y salen.



La ciudad que se aleja…
Y el campo que te atrapa.



Una parada y otra…
Una hora de mi vida que se derrocha.



Por las curvas de la carretera
y el maldito arcén que te ahorca.



Mi destino: incierto…
Mi compañera: la nada.



La humedad que hiela mis huesos
y un dolor intenso en la garganta.



La calle que internet señaló,
está delante de la mirada.



Camino con sosiego
sin prisa ni pausa.



Controlando mi reloj
para llegar a la hora exacta.



Huelo a pueblo, a pan recién horneado,
y a vecinas que te delatan.



Giro a la derecha y sigo la caminata,
dos a la izquierda y una gran explanada.



Por fin, llego a mi destino,
al rezo del rosario, con una sonrisa amplia.



Como me desagrada este trabajo,
como me desagrada mi cháchara.



Una vez y otra, la conciencia que me habla…
¿Qué haces aquí, mi niña?.



Te perdiste en el camino
y sólo te queda el vagón de carga.



Ann@ Genovés


EL VIAJECITO

by on 20:25:00
EL VIAJECITO Discurre camino abajo como un gusano metálico. Las ruedas son sus múltiples patas y las ventan...









NOTA * En el apartado vertedero, están las entradas prescindibles o la que necesitan revisión. 

CONSTIPADO


Los ojos lagrimean
como una abundante cascada
que derrama agua encharcada.



La cabeza embotada hasta la médula
parece que está repleta
de brumas espesas y áridas.



La boca, seca por el dopaje…
Parece un desierto,
yermo por el desastre.


La nariz enrojecida y con mucosidades,
parece un montículo
repleto de ventosidades.



¡Menudo constipado he pillado!.
Las paredes se desploman
y los pies se enardecen.



No puedo estar quieta
aunque mi cuerpo se detenga
y mi mente se disperse.



Prefiero correr por el aire
y nadar por la montaña…
Prefiero sucumbir a la nada, antes que pararme.



Prefiero mirar al cielo y ver sus nubes
prefiero volar por el suelo
que sentarme y marchitarme.



Ahora ni veo ni huelo ni oigo
ni distingo sabores
ni soy sensible al arte.



Un puñetero enfriamiento,
con anti-histamínicos, mucolíticos y paracetamoles,
me dejó sin días matinales.



Estoy pegada al ordenador…
No hago otra cosa que mirar su pantalla,
recorre el facebook y el twitter.



Miro los correos electrónicos
y contesto a los emails
como si ellos me mimaran.



Después deshago mi blog,
lo pongo patas arriba,
y, a posteriori, lo rehago como antes.


Seguido paso mis ojillos acuosos
por los blogs que sigo…
Desmenuzo sus trucos y posteo, a mi ritmo.



He desguazado, todas las web de internet,
todo por una tarde de recreo
todo por no saber qué hacer.


Anna Genovés
03/02/2012


CONSTIPADO

by on 18:58:00
NOTA *   En el apartado   vertedero,   están las entradas prescindibles o la que necesitan revisión.  CONSTIPADO ...