TU ROSTRO Y EL MÍO
Deja que el amor entre por la rendija de la puerta…
14/02/2012
Espacio de actualidad, narrativa, opinión y poesía.
Anna es una chica entusiasta que
dirige una academia de arte plásticas en el corazón de Manhattan. Le gusta ir
al teatro con su amigo George, un gay descarado y seductor al que ama porque la
adora.
A George le gustaría ser idéntico
a Anna, aunque con algunos matices. Su amiga es pelirroja, y él siempre quiso
ser rubia. Ella lleva la talla noventa de sujetador y él querría llevar la
ciento cinco.
Por lo demás, se conformaría con
lo que tiene Anna: un negocio próspero, un husky siberiano, un loft de
cuatrocientos metros con vistas a la Estatua de la Libertad y un novio que,
para George, está como el queso azul –su preferido.
George nació en Texas, en el seno
de una familia de rudos ganaderos –siempre se sintió como un pececillo verde—
sufrió malos tratos y vivió aislado de todos. Cuando cumplió la mayoría de
edad, no pudo soportarlo más… Y, una noche, se escapó.
Pasó hambre, frío y una
insoportable soledad. No tuvo más remedio que robar y prostituirse. Por fin, un
veintidós de noviembre –gris y lluvioso— llegó a Manhattan y tropezó con Anna. Desde
entonces son inseparables.
Desde entonces, la vida de ambos,
cambió.
©Anna Genovés