Vera Carmona: Absolutely Atomic



Vera Carmona: Absolutely Atomic

Hace unos meses, por casualidad, vi un tráiler de Atomic Blonde (Atómica interpretada por Charlize Theron), y le dije a mi marido como una quinceañera azorada:

–Acabo de ver el tráiler de una película de Charlize Theron que sale de espía y me ha recordado un montón a mi Vera Carmona –la prota de las novelas Tinta amarga y Las cicatrices mudas—. Dime que me llevarás a verla, ¡por favorrrr…!!!

–Bueno, ya veremos –me contestó sin dejar de mirar el fútbol.

O sea, como si no le hubiera dicho nada, pensé de inmediato.

–Lo tengo claro –comenté por lo bajini con el morro torcido.

Poco después, llegaron las primeras críticas e insistí…

–¿Te acuerdas de la película de Charlize Theron que quiero ver? –le pregunté mientras enviaba un WhatsApp a un amigo.

–¿Qué, qué…??? –interpeló como si le hablara en chino.

–Nada hombre. Toma lee tú mismo –le solté un poco cabreada.

Le metí la revista Fotogramas, literalmente, por la nariz. Él hizo un respingo para mandarme a tomar por viento. Pero, justo en ese instante, vio a la guapísima actriz en todo su esplendor y se quedó boquiabierto.

Lo vi cómo devoraba el artículo de ‘pe a pa’. Le dejé que admirase con detenimiento las curvas del bellezón, emocionada; estaba segura que iba a conseguir mi propósito, lo demás no importaba. Cuando acabó, volví al ataque, un tanto dulzona.

Ciertamente, gané la partida.

Ayer fuimos a ver la dichosa película que me tenía hipnotizada y… ¡nos lo pasamos en grande!

Los pensamientos de mi compañero escapan un tanto a mi raciocinio. Tampoco me importan demasiado, no voy hacer como en algunas redes sociales o en ciertos grupos que corean ser los más progresistas, para luego estar llenos de perjuicios y opresiones. No. 'La Genovés' pretende ser una persona tolerante y respetuosa. Y, por lo general, logro mi empeño. Algo que me sienta bien; por lo menos estoy en paz conmigo misma.

A lo que iba… Atomic Blonde, me gustó un montón. Fuera porque me agradan las chicas duras, por la música remembre de los 80 que suena durante todo el film, por el vestuario de un pasado perdido en la memoria, por el magnífico elenco de actores, o, simplemente, porque Charlize es una espía despiadada, explosiva, letal, sensual y feminista, capaz de introducirse en cualquier personalidad, por heterogénea o depravada que pueda ser, para conseguir su finalidad. Y que, además, piensa: “Si ellos pueden, nosotras también".

Es obvio que me recordó un montón al personaje principal de los neo-noir que están de PROMO en Amazon durante este mes de octubre de 2017. El escenario y la trama, nada tienen que ver; en Atomic blonde hay alemanes, rusos y americanos. En Tinta amarga y Las cicatrices mudas: españoles, árabes, rusos y americanos, entre otros figuras que pululan por el lumpen cañí Made in Spain.

Atomic blonde se basa en un suceso político-histórico. Mis novelas en hechos ficticio-mafiosos. Pero ella, Lorraine Broughton (Atómica), física y mentalmente, se parece muchísimo Vera Carmona, la protagonista de Tinta amarga y Las cicatrices mudas.

Si me preguntáis cuál de los dos neo-noir de mi cosecha me agrada más, no tengo ninguna duda. Contestaré: Las cicatrices mudas. ¿Por qué? Porque tiene mejor factura.

Por este motivo, quiero compartir con vosotros el inicio de la misma...




ANNA GENOVÉS
Las cicatrices mudas

Copyright © 2015 Anna Genovés
Todos los derechos reservados a su autora
Autora: Anna Genovés
Título: Las cicatrices mudas
Serie: Thriller neo-noir (volumen 2)
Propiedad Intelectual
V ― 489 ― 14
ISBN-10: 1517129850
ISBN-13: 978-1517129859
ASIN: B014OGOI3K




Dedicado a Jon Alonso,
amigo, compañero y esposo

«La guerra es la mejor escuela del cirujano».

Hipócrates



Sobre los personajes

Vera Carmona, la Espía, es una agente del CNI en la reserva que ha trabajado como infiltrada en diversas misiones internacionales. En la última, llamada Operación Tatuador u OT, actuó con diversos cuerpos de la ley para desmantelar una red de tráfico de drogas y pornografía en la que estaba implicado el comisario del CNP, Antonio Velasco. Días antes de comenzar la última fase, es víctima de un atentado en el que, tanto ella como su hija, sufren lesiones graves; la vida de ambas corre peligro. Por este motivo, cambian de identidad y viven en el anonimato. Públicamente, han fallecido.

Juan Utrera es un ex agente de asuntos internos, cooperante del CNI con un futuro prometedor. Misión: atrapar a los policías corruptos. Tras la supuesta muerte de Vera Carmona, compañera y amante, es reubicado en la comisaría de Sevilla-Centro como oficial de la sección de Homicidios y Desaparecidos. Cercano a la cincuentena, es un inspector que ha cambiado su ojo de lince por una silla con ruedas giratorias tras el escritorio. Tiene buena mano para descubrir a rateros de poca monta y habla de tú a tú con todo tipo de traficantes.

Carlota Vera Mojón Carmona, hija de La Espía y Manuel Mojón, es una muchacha osada, resignada e inteligente, educada por su abuela al margen de la ocupación materna. Al descubrir la verdad, tras el atentado en el que estuvo a punto de morir, comienza una nueva vida. Con su nueva documentación accede al CNI y suplanta el rol de La Espía. En una de sus primeras misiones, se infiltra en la última fase de la OT en Qatar con el nombre de Tania Pérez. Finalizado el trabajo, le quedan unas semanas para regresar a España.

Antonio Velasco es un personaje oscuro y violento. Chico de los recados de mafiosos y delincuentes. Ahijado de un capo sevillano de los 60 que lo introdujo en el CNP para su beneficio. A falta de descendencia, ocupó su lugar después de su muerte. En la década siguiente, amplió el círculo delictivo hasta Asia. Veinte años después, se convirtió en el comisario más corrupto y poderoso de España. La Espía descubrió el entramado ilegal de sus negocios; razón por la que intentó asesinarla en el atentado que cambió su vida para siempre. Actualmente, en paradero desconocido.



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Tania Pérez está mirando la excelsa panorámica de Doha desde el ático de la suite privé del Doha Marriott Hotel. Las cortinas están recogidas y una luna mayestática ilumina el golfo Pérsico; los yates del puerto deportivo, los rascacielos iluminados, y, en el fondo lejano e invisible donde solo su imaginación reside, la antigua Persia. Desde el sur de Irán, traza una línea imaginaria y recta que atraviesa Pakistán e India hasta llegar a China. Con los pensamientos centrados en el lejano Oriente, se enciende un Virginia Slims, y se recuesta sobre el confortable diván de brocado grana. Un folio de tonalidad cáscara de huevo con el encabezado del hotel, junto a una estilográfica Marte de Omas, reposan sobre sus piernas. Las volutas de humo se convierten en pequeños círculos que ascienden hasta el techo. Cuando acaba el pitillo, coge la pluma y comienza a escribir una carta:

Madre:

Espero que estés bien, aunque desconozco por qué te lo pregunto, siempre me contestas: «Mejor que nunca, hija.» Nunca me lo creo, claro. Bueno, tú misma. Estoy entrado en una fase vital; ciertamente, he decidió retirarme. El CNI me ha propuesto que sea instructora de los nuevos cachorros, pero necesito un cambio radical... En unas semanas, regresaré a España. La última fase de la misión que tú comenzaste en Sevilla, está a punto de finalizar en Qatar. Estoy segura que la península arábiga es solo una pieza del gran puzle que mueve el tráfico ilegal desde el Pacífico al Mediterráneo. Y desde nuestro país, al resto del mundo. La Operación Tatuador seguirá en China bajo el nombre de Operación Dragón u OD, ya sabes que siempre utilizamos acrónimos para mencionarlas. Pero yo no estaré implicada. Enviarán a otro agente al verdadero centro neurálgico: Shanghái. Desde esa monstruosa ciudad, se manejan todos los hilos.

Por otro lado, ya sabrás que me he separado. Mi ex marido es solo un vividor adicto a la cocaína, el alcohol y, cómo no, a las jovencitas; ambas sabíamos que era un matrimonio de convencía ex profeso para vigilar Qatar de cerca. Sea como fuere, he vivido a cuerpo de reina en un país sexista y ultra religioso, que únicamente mira a Occidente para su conveniencia: somos los idiotas que les proporcionamos algo más del 10% del producto interior bruto en turismo. Además, los cataríes son depravados y pretensiosos: los amos del petróleo; no los aguanto. No hace falta que me preguntes si he visto algún miembro yihadista entre los círculos aristocráticos en los que me he movido. La respuesta es rotunda: no.

De repente, suena el móvil de Tania. Al mirar el número, tuerce el morro: responde al nombre de Lucía Bvlgari, pero en realidad, es el CNI. Minutos después, recoge sus enseres y se marcha de la suite. Guarda la carta sin acabar en un compartimento especial donde está la copia del diario de su madre, y otras notas: todas destinadas a su progenitora. Mensajes comprometidos que una agente secreto nunca debería redactar. Ella lo ha hecho, pero nunca las ha enviado.

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Sigue leyendo Las cicatrices mudas 


Similitudes entre Lorraine Broughton, la espía de Atomic Blonde y Vera Carmona, la espía de Tinta amarga y Las cicatrices mudas.





Ya lo veis: el paralelismo está servido.

Lo sé, soy gilipollas. Creo que, a lo mejor, algún día, un facundo director o guionista con cierta notoriedad en el mundo del folclore pata negra, puede leer mis noveluchas por casualidad, y decir: “Si la customizamos para la pequeña o gran pantalla, tenemos una Lorraine Broughton sevillana.

Bueno, como dice el refrán: “De ilusión también se vive”.

Estáis invitados a leerlas... para bien o para mal, no os dejarán indiferentes y os entretendrán un buen rato. Igual hasta os lleváis una grata sorpresa. Gracias.

Tinta amarga y Las cicatrices mudas de PROMOCIÓN en Amazon hasta final de mes. Echarles un vistazo y opinad vosotros mismos…

Enlace Tinta amarga





David Bowie - Cat People (Sub. Español)



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