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Gusanos 

 



Sentir muy dentro la poesía

es fruto de una mente enfermiza


 

Abrir la ventana y escuchar graznar a un cuervo

presagio de muerte pasajera


 


Tierna está la carne putrefacta

bambi cazado en la oscuridad de la cueva


 


Nadie lo nota, todos lo sienten

mirada parda entre gritos de la gente


 


Adiós al alma negra

y al corazón muerto


 


Los sentimientos huyen de la madriguera

no quedan sentimientos


 


Nadie piensa en ti ni en ella

piensan en lo que vendrá después de la guerra


 


Vida oscura y regia

la existencia es mentira y la mentira es yerma

 



Nadie ve los manantiales de su cabeza

ni retiene los gusanos que pasean

por lo ojos de la muerta

 



Agonizó con el estómago lleno de cápsulas

las que tomaba para subsistir a la caza

 



Yacer en Las Palmas junto a Panero

dolor en la mirada

 muñeca rota de porcelana

 



Una vez fue reina

ahora, queda el recuerdo

 


 

©Anna Genovés

Tres de abril de 2023

Fotografías tomadas de la red del fotógrafo ucraniano Ruslan Lobanov –mis agradecimientos.







Gusanos

by on 21:12:00
  Gusanos    Sentir muy dentro la p oesía es fruto de una mente e nfermiza   Abrir la venta n a y escuchar graznar a un cuervo presagio de m...




 

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El Legado de la Rosa Negra

Anna Genovés

Copyright © 2014 Anna Genovés

Todos los derechos reservados a su autora

Título de la edición: El Legado de la Rosa Negra

Autora: Anna Genovés

Corrección: Jon Alonso

Presentación: Anna Genovés

Asiento Propiedad Intelectual 09/2014/2483

ISBN: 1507697694

ISBN-13: 978-1507697696




Se parecía a esas aventuras fantásticas

que sólo los dioses y los héroes

son dignos de protagonizar.

Victoria Holt

 


Ahora que la granada de la madurez platea mis sienes, y que el tapiz de la hermosura comienza a desprenderse de mi cuerpo, he decidido escribir la gran aventura de mi vida; remarcando el fantástico episodio acaecido en mi juventud, tal como la recuerdo. Es tan romántica que me perece imposible haber sido la protagonista de esta sorprendente historia. Pero lo fui.

 

Dicen que los hechos, sobre el papel, se hacen más certeros. Quizás sea la única forma de vigorizar esta memoria marchita antes que el árido viento del desierto cubra mis palabras y las convierta en arena malograda. Mi debilidad siempre fueron los polígonos. Sobre todo, los de tres lados: los triángulos. Y todo en esta vida tiene una explicación…

 

Mi padre se llamaba Alejo y era el sexto hijo de la quinta mujer de un señorón gallego. Vino al mundo con demasiados hermanos a cuestas; tan sólo heredó el apellido y una buena educación. Al enamorarse de mamá, pensó en emigrar a una región más próspera. Madre se llamaba Rosalía y era de origen humilde. Al conocer a papá, un pretendiente galante y de ojos aguamarina, cayó rendida a sus pies. Se convirtió en el príncipe de sus sueños. A los pocos meses de conocerse, se casaron y emigraron al Levante peninsular. De inmediato, quedó encinta.

 

Padre consiguió trabajo en una fábrica de maderas limítrofe al puerto marítimo de la capital del Turia. Todo iba viento en popa hasta que Rosalía falleció tras una pulmonía. El sepelio reunió a gran parte de la familia gallega. La abuela permaneció varios meses con nosotros e intercedió para que Marina ―una de mis tías— se ocupara de mí.

 

El tiempo pasaba tan deprisa como la suave y cálida brisa de principios de otoño. El esfuerzo sobrehumano de Alejo comenzó a dar sus frutos. Aunque tuvo un elevado costo; el pobre apenas disponía de tiempo libre. Por las mañanas trabajaba en la fábrica y por las tardes, en un taller de ebanistería. Nunca se quejaba porque era feliz viéndome crecer. Con los años, la fascinación fue recíproca. Llegué a idolatrarlo como si fuera el epicentro del Cosmos.

 

Mi escolarización fue temprana; igual que mis habilidades describiendo historietas que inventaba día a día. Alejo creía en mí y decidió matricularme en un colegio de pago donde trabajaba la tía Marina: Las Hermanas Salesianas. En septiembre de 1975, con uniforme de cuadros príncipe de Gales y babero de rayas azules, comencé entusiasmada la nueva etapa educativa. Todas las jornadas, regresaba a casa con una sonrisa y nueva aventura que contar.

 

Con este cambio, Alejo ganó un ápice de libertad que dedicó a su hobby: la egiptología. Era su amante público desde la infancia. Mi abuelo le había mencionado un cuento sobre el país de los triángulos y, desde entonces, había devorado tantos libros sobre Egipto que se había convertido en un especialista. Siempre albergó la esperanza de visitarlo. A los siete años comencé a imitarlo. Leía y guardaba todos los artículos sobre aquella Civilización Milenaria. En mi doceavo aniversario, me llevó al Cine Xerea a ver Faraón, de Jerzy Kawalerowicz –film de 1966 que refleja sabiamente el poder de los distintos estamentos sociales egipcios durante el Imperio Nuevo—. Nunca lo olvidaré. Ese día decidí ser arqueóloga. Estaba tan segura de conseguirlo que inventé un juego para ser intrépida en las excavaciones subterráneas. Nuestra vivienda tenía pasillos largos; cuando papá se quedaba dormido con una novela de Estefanía entre sus manos, recorría toda la casa a oscuras. Una noche se despertó y descubrió mi pasatiempo. Pero en vez de reñirme aplaudió mi esfuerzo: «Eva Lagos de Ulloa, llegarás lejos, muy lejos. Lo presiento» –dijo sonriendo.








 






De cerca

 



He visto a la muerte de cerca,

De cerca la he visto.

 


La he tenido en mi cama

Y le he dicho: no me quedo contigo.

 


Ve a lugares desiertos

Donde la tierra sucumbe.

 


Donde los gritos de los muertos

Son mudos

Y los llantos de los niños se han ido.

 


Donde la vida no existe

Y tu hoz, tirita.

 


Demasiadas almas

Bajo tu rostro vacío,

Demasiados hombres, mujeres y niños.

 


Deja a este mundo que perece

Solo con su desdicha.

 


Solo como quien nace y muere

No necesitamos tu ira.

 


Aléjate del mar, del aire,

De la tierra y del fuego,

Te exiliamos de nuestras vidas.

 


Arrastra a la enfermedad

Esa cruz invertida que nos mina.

 


Que arranca las entrañas antes de tiempo

Que muerde nuestros cuerpos

Y nos quita la alegría.

 

 


©Anna Genovés

Ocho de diciembre de 2021





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De cerca

by on 17:17:00
  De cerca   He visto a la muerte de cerca, De cerca la he visto.   La he tenido en mi cama Y le he dicho: no me quedo contigo. ...




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Cada título os llevará a la novela elegida. Podéis descargar uno o los seis. Vosotros decidís 😉


¡Felices fiestas!


‘Tinta amarga’ un thriller neo-noir sui generis. Publicada en 2014


‘Las cicatrices mudas un thriller neo-noir adrenalínico. Publicada en 2015


‘El Legado de la Rosa Negra’ misterio y amor en las pirámides. Publicada en 2015


‘Pasillos nocturnos’ la vida recogida en un poemario. Publicado en 2015


‘La caja pública’ relatos cortos de diferentes géneros. Publicada en 2014


‘Erotika’ un libro de relatos eróticos cortos y divertidos.  Publicada en 2016


*‘Tinta amarga’ te motivará tanto, que desearás seguir leyendo... es la primera entrega de la serie thriller neo-noir cuyo segundo volumen es ‘Las cicatrices mudas’.

 



Niña de la casa


Un puñal, una espada. Clavadas en la frente, clavadas. Huye mujer no te aproximes. La muerte guía mis pasos y la angustia mis declives.

Tobogán que sube y baja. Rueda que gira sin frenos. Mente de hojalata.

Siente que no siente en esta noche callada.




Vive sin percibir los besos y las caricias largas.

El tiempo es oro. Y el oro, es una manzana.

Bocados de fatiga. Dientes negros. Bufandas. Un día en las nubes y otro en la hondonada.



Adiós a los sueños. Adiós al verano y la mañana.

Adiós otoño impertérrito. Adiós niña de la casa.





©Anna Genovés
11/11/2016

Imágenes tomadas de la red 
Fotógrafo: Vadim Stein


Niña de la casa

by on 13:31:00
Niña de la casa Un puñal, una espada. Clavadas en la frente, clavadas. Huye mujer no te aproximes. La muerte guía mis pasos y ...