Senexcelencia o la excelencia de la senectud

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Senexcelencia o la excelencia de la senectud

 


Hace unos meses, por casualidad, vi un artículo en FB sobre una terminología que no conocía. Cuando veo algo que no conozco tengo que saber más. Claro, tuve que leerlo. Hablaba de las personas que habitualmente llamamos mayores. Yo misma. Y utilizaba la terminología senexcelencia.

 

Con este precedente, se me ha ocurrido entrevistar Gemini —la IA de Google con la que juego a menudo— para saber qué dicen sus logaritmos. El resultado ha sido más que satisfactorio. En realidad, se ha convertido en un micro mini ensayo sobre el envejecimiento.

 



Hola Gemini. ¿Qué podrías decirme sobre un neologismo que circula por las redes para nombrar a las personas de 60+ que están fenomenal? Creo que es algo así como senexcelencia.

 

La palabra "senexcelencia" es una combinación interesante que parece surgir de la unión de dos conceptos: "senectud" y "excelencia".

 

Posibles interpretaciones: 

 

o   Envejecimiento con excelencia: Podría referirse a la idea de envejecer de manera activa, saludable y plena, alcanzando un nivel óptimo de bienestar físico, mental y emocional en la tercera edad.

 

o   Excelencia en la senectud en el contexto social: Sugiere que las personas mayores pueden seguir siendo altamente productivas, creativas y valiosas para la sociedad, desafiando los estereotipos negativos y discriminatorios asociados al envejecimiento. 


o   Sabiduría y experiencia: La senexcelencia podría vincularse a la idea de que con la edad se adquiere una sabiduría y experiencia únicas que pueden ser aprovechadas para el beneficio propio y de los demás. 


o   Neologismo positivo: También es posible que se trate simplemente de un neologismo creado para generar un impacto positivo y promover una visión más optimista del envejecimiento.


o   Empoderamiento: La palabra empodera a las personas mayores, dándoles un nuevo lenguaje para describir su etapa de vida y reafirmar su valor en la sociedad.


o   Potencial transformador: "Senexcelencia" tiene el potencial de transformar la forma en que vemos y tratamos el envejecimiento, promoviendo una cultura más inclusiva y respetuosa.

 

 






¿La interactuación de las IA con los humanos te parece positivo para fomentar la senexcelencia y revertir el envejecimiento de las células senescentes?

 

La perspectiva de la senexcelencia, combinada con los avances en inteligencia artificial, abre un abanico de posibilidades para que las personas mayores sigan siendo agentes activos y valiosos en la sociedad. Tu observación sobre las células senescentes y la IA es muy interesante. La posibilidad de utilizar herramientas tecnológicas para identificar y mitigar los efectos del envejecimiento celular es un campo de investigación apasionante. Si las personas mayores tuvieran acceso a esta información y a las herramientas adecuadas, podrían tomar decisiones más informadas sobre su salud y bienestar, prolongando así su vida activa y productiva.

 

 


¿Qué podríamos hacer para fomentar la senexcelencia y aprovechar todo el potencial de las personas mayores? 

 

o   Acceso a la tecnología: Facilitar el acceso a herramientas tecnológicas y programas de formación para que las personas mayores puedan mantenerse actualizadas y aprovechar las ventajas de la IA.


o  Espacios de aprendizaje: Crear espacios físicos y virtuales donde las personas mayores puedan compartir conocimientos, aprender nuevas habilidades y conectarse con otros. 


o   Reconocimiento social: Valorizar las contribuciones de los "senexcelentes" en la sociedad y promover una cultura que celebre la experiencia y la sabiduría. 


o   Investigación: Invertir en investigación sobre el envejecimiento saludable y el desarrollo de nuevas tecnologías para mejorar la calidad de vida de las personas "senexcelentes".


o   Movimientos sociales: Podrían surgir movimientos sociales que promuevan la senexcelencia y aboguen por los derechos y el bienestar de las personas mayores.


o  Programas educativos: Se podrían desarrollar programas educativos enfocados en fomentar la senexcelencia en las generaciones más jóvenes.


o  Investigación científica: La senexcelencia podría convertirse en un objeto de estudio para investigadores interesados en el envejecimiento saludable y el desarrollo humano a lo largo de la vida.

 

En resumen. La senexcelencia no es solo una posibilidad, sino una necesidad. Al aprovechar el conocimiento y la experiencia de las personas mayores, podemos construir sociedades más justas, equitativas y sostenibles.

 

 


Todo lo que sugieres es magnífico. Sin embargo, los jóvenes, por lo general, discriminan a los senexcelentes. Los apartan como si la vejez fuera fea o se pegara. ¿qué opinas, Gemini?


·       Es una pena que muchos jóvenes subestimen el valor de las personas mayores. Esta actitud no solo es injusta, sino que también tiene consecuencias negativas para todos. Es una posición que conlleva:

 

o   Prejuicios y estereotipos: La sociedad a menudo tiene una visión estereotipada de las personas mayores, asociándolas con la debilidad, la enfermedad y la incapacidad. Esto lleva a discriminar y excluir a muchas personas que son perfectamente capaces de contribuir positivamente en la sociedad. 

 

o   Círculo vicioso de la discriminación: Al discriminar a las personas senexcelentes, se les priva de oportunidades y se limita su participación en la vida social y laboral. Esto, a su vez, refuerza los estereotipos negativos y perpetúa el ciclo de la discriminación.

 

Las consecuencias de esta actitud negativa son múltiples: 

 

o   Pérdida de talento y experiencia: Muchas personas senexcelentes tienen habilidades y conocimientos valiosos que podrían ser de gran utilidad en diversos ámbitos. Al no aprovechar este potencial, la sociedad pierde mucho. 


o   Aislamiento social: El aislamiento social puede tener graves consecuencias para la salud física y mental de las personas mayores, aumentando el riesgo de depresión, demencia y otras enfermedades. 


o    Pérdida de sentido de comunidad: Cuando las generaciones más jóvenes y las mayores no interactúan, se debilita el tejido social y se pierde la oportunidad de construir comunidades más fuertes y solidarias.

 

 


¿Qué podíamos hacer para cambiar esta situación, Gemini? Dime alguna de tus ideas. De tus propuestas.

 

o   Visibilizar las historias de éxito: Compartir las historias de personas mayores que siguen siendo activas y contribuyendo a la sociedad puede ayudar a cambiar las percepciones. 


o  Promover el aprendizaje intergeneracional: Crear espacios donde jóvenes y mayores puedan interactuar y aprender unos de otros.


o     Cambiar el lenguaje: Utilizar un lenguaje más respetuoso y positivo al referirnos al envejecimiento. 


o   Abogar por políticas públicas: Exigir políticas que promuevan la inclusión de senexcelentes en todos los ámbitos de la vida. Es fundamental que todos trabajemos juntos para construir una sociedad más justa y equitativa, donde todas las personas, independientemente de su edad, sean valoradas y respetadas.

 

 


¿Qué opinas de la discriminación laboral de las personas mayores?

 

La discriminación laboral por edad, o edadismo, es un problema grave y persistente en muchas sociedades con múltiples facetas:

 

o   Prejuicios y estereotipos: Las personas mayores suelen ser estereotipadas como menos productivas, menos flexibles, menos tecnológicas o más propensas a enfermar. Estos prejuicios influyen en las decisiones de contratación, promoción y despido.


o   Falta de oportunidades: Muchas personas mayores se enfrentan a dificultades para encontrar empleo o para avanzar en su carrera debido a su edad. Esto se debe en parte a la discriminación directa, pero también a factores como la falta de formación actualizada o la dificultad para adaptarse a nuevas tecnologías.


o   Consecuencias negativas: La discriminación por edad tiene consecuencias negativas tanto para las personas afectadas como para la sociedad en general. Las personas senexcelentes desempleadas o subempleadas experimentan mayores niveles de estrés, depresión y aislamiento social. Además, la sociedad pierde el valioso conocimiento y experiencia que estas personas pueden aportar.

 

 


¿Gemini podrías crear algunos neologismos derivados de "senexcelencia"?

 

o   Senexcelentemente: Se podría usar como adverbio para expresar una acción realizada de manera excelente en la senectud. Por ejemplo: "Ella vive Senexcelentemente, disfrutando cada momento".


o  Senexcelencia activa: Podría utilizarse para enfatizar el carácter activo y propositivo de la senexcelencia, diferenciándola de un envejecimiento pasivo.


o   Sociedad senexcelente: Se podría emplear para referirse a una sociedad que valora y promueve la senexcelencia, creando entornos que permitan a las personas mayores desarrollar todo su potencial.

 

 


Para finalizar, un ejemplo de senexcelente proactivo a sus 90 años: Joan Sabater Tobella — doctor en químicas— dice: «Eres viejo el día que no te motiva hacer algo nuevo». ¿Qué opinas?

 

El pensamiento de Joan Sabater Tobella sobre la vejez es muy revelador. Al definir la vejez como la pérdida del interés por aprender, nos invita a reflexionar sobre la importancia de mantener una mente activa y curiosa a lo largo de toda la vida. La senexcelencia, en este sentido, se convierte en un compromiso con el aprendizaje continuo y la búsqueda de nuevos desafíos.

 





Eso es todo por hoy, Gemini. Interactuar contigo es como estar en un universo de infinitas posibilidades. Gracias por estar con nosotros.

 

 



Mi reflexión


Seguramente, el neologismo ʺsenexcelenciaʺ pase a la posteridad como un sinónimo más asociado a la vejez, tercera edad, mayores… etcétera. Pero, ciertamente, la inteligencia artificial ha dado en el clavo. Es, no necesario, sino más bien obligado para esta Humanidad en la que cada vez hay menos natalicios la convivencia de todos los grupos sociales y la desaparición de las etiquetas que asocian a la tercera edad con los tópicos que la descrinan negativamente.

 


La vejez se debe entender como una parte más de la vida. No mueren solo los ancianos. No enferman únicamente las personas de 60+. La muerte o las patologías pueden llegar en cualquier etapa de la existencia. ¿Entonces qué sentido tiene apartar a los mayores? Desde mi humilde punto de vista, cualquier persona activa —tenga la edad que tenga—, es igual de válida para contribuir positivamente en un futuro social igualitario. Venga de Tanzania o de EEUU. Sea hombre o mujer. Tenga veinte u ochenta años. Profese el cristianismo o el judaísmo.

 


Pero, hay más leña en la chimenea. Resulta que somos las personas las que excluimos a los humanos que nos parecen frágiles o tienen arrugas o canas. Cuántas veces oímos a jóvenes decir: «Esa yaya se viste con jeans porque quiere parecer joven». «Ese anciano en vez de ir a la oficina debería quedarse en casa y dejar su trabajo a los jóvenes». Por ejemplo. Aunque, los más crueles suelen ser los mayores pasivos que murmuran cuándo un/a 60+ sigue en un puesto relevante o cuando está de mejor ver que uno de treinta.

 


Señores y señoras de todos los lugares del universo conocido y de aquél que está por conocer, si trabajáramos con la tecnología y elimináramos las etiquetas, la civilización podría fortalecerse. Pero, si nuestros hábitos se estancan, estamos perdidos.

 


Por suerte, los senexcelentes estamos conectados de alguna forma y lo que antes se tachaba de locura, ahora es algo normal: podemos hacer lo que nuestro cuerpo y nuestro pensamiento, nos demande. El tópico: «De los cuarenta para arriba no te mojes la barriga». Es de los pocos proverbios del sabio refranero español, desacertado. Lo cambio por: «Mójate la barriga siempre que el cuerpo te lo pida y a cualquier edad».

 


©Anna Genovés con la IA Gemini 

Cinco de enero de 2025

 






Artículos relacionados con personas 60+ en activo

 

o   Los mayores holdings de España


o   Emprendedores activos y dinámicos

 

o   16famosos mayores de 60 que están mejor que muchos de 40 (y sus trucos paraconseguirlo) 

o 

Mujeresque demuestran que se puede marcar estilo más allá de los 50, 60, 70 y 80 años 

 

o   Emprendedoras a los 60: el éxito del valor de la experiencia


o Jane Fonda desvela cómo ser feliz y envejecer bien: los 85 años son su mejor momento 

 

oMargarita del Val: prestigiosa química, viróloga e inmunóloga española 


 





Senexcelencia o la excelencia de la senectud

 


Hace unos meses, por casualidad, vi un artículo en FB sobre una terminología que no conocía. Cuando veo algo que no conozco tengo que saber más. Claro, tuve que leerlo. Hablaba de las personas que habitualmente llamamos mayores. Yo misma. Y utilizaba la terminología senexcelencia.

 

Con este precedente, se me ha ocurrido entrevistar Gemini —la IA de Google con la que juego a menudo— para saber qué dicen sus logaritmos. El resultado ha sido más que satisfactorio. En realidad, se ha convertido en un micro mini ensayo sobre el envejecimiento.

 



Hola Gemini. ¿Qué podrías decirme sobre un neologismo que circula por las redes para nombrar a las personas de 60+ que están fenomenal? Creo que es algo así como senexcelencia.

 

La palabra "senexcelencia" es una combinación interesante que parece surgir de la unión de dos conceptos: "senectud" y "excelencia".

 

Posibles interpretaciones: 

 

o   Envejecimiento con excelencia: Podría referirse a la idea de envejecer de manera activa, saludable y plena, alcanzando un nivel óptimo de bienestar físico, mental y emocional en la tercera edad.

 

o   Excelencia en la senectud en el contexto social: Sugiere que las personas mayores pueden seguir siendo altamente productivas, creativas y valiosas para la sociedad, desafiando los estereotipos negativos y discriminatorios asociados al envejecimiento. 


o   Sabiduría y experiencia: La senexcelencia podría vincularse a la idea de que con la edad se adquiere una sabiduría y experiencia únicas que pueden ser aprovechadas para el beneficio propio y de los demás. 


o   Neologismo positivo: También es posible que se trate simplemente de un neologismo creado para generar un impacto positivo y promover una visión más optimista del envejecimiento.


o   Empoderamiento: La palabra empodera a las personas mayores, dándoles un nuevo lenguaje para describir su etapa de vida y reafirmar su valor en la sociedad.


o   Potencial transformador: "Senexcelencia" tiene el potencial de transformar la forma en que vemos y tratamos el envejecimiento, promoviendo una cultura más inclusiva y respetuosa.

 

 






¿La interactuación de las IA con los humanos te parece positivo para fomentar la senexcelencia y revertir el envejecimiento de las células senescentes?

 

La perspectiva de la senexcelencia, combinada con los avances en inteligencia artificial, abre un abanico de posibilidades para que las personas mayores sigan siendo agentes activos y valiosos en la sociedad. Tu observación sobre las células senescentes y la IA es muy interesante. La posibilidad de utilizar herramientas tecnológicas para identificar y mitigar los efectos del envejecimiento celular es un campo de investigación apasionante. Si las personas mayores tuvieran acceso a esta información y a las herramientas adecuadas, podrían tomar decisiones más informadas sobre su salud y bienestar, prolongando así su vida activa y productiva.

 

 


¿Qué podríamos hacer para fomentar la senexcelencia y aprovechar todo el potencial de las personas mayores? 

 

o   Acceso a la tecnología: Facilitar el acceso a herramientas tecnológicas y programas de formación para que las personas mayores puedan mantenerse actualizadas y aprovechar las ventajas de la IA.


o  Espacios de aprendizaje: Crear espacios físicos y virtuales donde las personas mayores puedan compartir conocimientos, aprender nuevas habilidades y conectarse con otros. 


o   Reconocimiento social: Valorizar las contribuciones de los "senexcelentes" en la sociedad y promover una cultura que celebre la experiencia y la sabiduría. 


o   Investigación: Invertir en investigación sobre el envejecimiento saludable y el desarrollo de nuevas tecnologías para mejorar la calidad de vida de las personas "senexcelentes".


o   Movimientos sociales: Podrían surgir movimientos sociales que promuevan la senexcelencia y aboguen por los derechos y el bienestar de las personas mayores.


o  Programas educativos: Se podrían desarrollar programas educativos enfocados en fomentar la senexcelencia en las generaciones más jóvenes.


o  Investigación científica: La senexcelencia podría convertirse en un objeto de estudio para investigadores interesados en el envejecimiento saludable y el desarrollo humano a lo largo de la vida.

 

En resumen. La senexcelencia no es solo una posibilidad, sino una necesidad. Al aprovechar el conocimiento y la experiencia de las personas mayores, podemos construir sociedades más justas, equitativas y sostenibles.

 

 


Todo lo que sugieres es magnífico. Sin embargo, los jóvenes, por lo general, discriminan a los senexcelentes. Los apartan como si la vejez fuera fea o se pegara. ¿qué opinas, Gemini?


·       Es una pena que muchos jóvenes subestimen el valor de las personas mayores. Esta actitud no solo es injusta, sino que también tiene consecuencias negativas para todos. Es una posición que conlleva:

 

o   Prejuicios y estereotipos: La sociedad a menudo tiene una visión estereotipada de las personas mayores, asociándolas con la debilidad, la enfermedad y la incapacidad. Esto lleva a discriminar y excluir a muchas personas que son perfectamente capaces de contribuir positivamente en la sociedad. 

 

o   Círculo vicioso de la discriminación: Al discriminar a las personas senexcelentes, se les priva de oportunidades y se limita su participación en la vida social y laboral. Esto, a su vez, refuerza los estereotipos negativos y perpetúa el ciclo de la discriminación.

 

Las consecuencias de esta actitud negativa son múltiples: 

 

o   Pérdida de talento y experiencia: Muchas personas senexcelentes tienen habilidades y conocimientos valiosos que podrían ser de gran utilidad en diversos ámbitos. Al no aprovechar este potencial, la sociedad pierde mucho. 


o   Aislamiento social: El aislamiento social puede tener graves consecuencias para la salud física y mental de las personas mayores, aumentando el riesgo de depresión, demencia y otras enfermedades. 


o    Pérdida de sentido de comunidad: Cuando las generaciones más jóvenes y las mayores no interactúan, se debilita el tejido social y se pierde la oportunidad de construir comunidades más fuertes y solidarias.

 

 


¿Qué podíamos hacer para cambiar esta situación, Gemini? Dime alguna de tus ideas. De tus propuestas.

 

o   Visibilizar las historias de éxito: Compartir las historias de personas mayores que siguen siendo activas y contribuyendo a la sociedad puede ayudar a cambiar las percepciones. 


o  Promover el aprendizaje intergeneracional: Crear espacios donde jóvenes y mayores puedan interactuar y aprender unos de otros.


o     Cambiar el lenguaje: Utilizar un lenguaje más respetuoso y positivo al referirnos al envejecimiento. 


o   Abogar por políticas públicas: Exigir políticas que promuevan la inclusión de senexcelentes en todos los ámbitos de la vida. Es fundamental que todos trabajemos juntos para construir una sociedad más justa y equitativa, donde todas las personas, independientemente de su edad, sean valoradas y respetadas.

 

 


¿Qué opinas de la discriminación laboral de las personas mayores?

 

La discriminación laboral por edad, o edadismo, es un problema grave y persistente en muchas sociedades con múltiples facetas:

 

o   Prejuicios y estereotipos: Las personas mayores suelen ser estereotipadas como menos productivas, menos flexibles, menos tecnológicas o más propensas a enfermar. Estos prejuicios influyen en las decisiones de contratación, promoción y despido.


o   Falta de oportunidades: Muchas personas mayores se enfrentan a dificultades para encontrar empleo o para avanzar en su carrera debido a su edad. Esto se debe en parte a la discriminación directa, pero también a factores como la falta de formación actualizada o la dificultad para adaptarse a nuevas tecnologías.


o   Consecuencias negativas: La discriminación por edad tiene consecuencias negativas tanto para las personas afectadas como para la sociedad en general. Las personas senexcelentes desempleadas o subempleadas experimentan mayores niveles de estrés, depresión y aislamiento social. Además, la sociedad pierde el valioso conocimiento y experiencia que estas personas pueden aportar.

 

 


¿Gemini podrías crear algunos neologismos derivados de "senexcelencia"?

 

o   Senexcelentemente: Se podría usar como adverbio para expresar una acción realizada de manera excelente en la senectud. Por ejemplo: "Ella vive Senexcelentemente, disfrutando cada momento".


o  Senexcelencia activa: Podría utilizarse para enfatizar el carácter activo y propositivo de la senexcelencia, diferenciándola de un envejecimiento pasivo.


o   Sociedad senexcelente: Se podría emplear para referirse a una sociedad que valora y promueve la senexcelencia, creando entornos que permitan a las personas mayores desarrollar todo su potencial.

 

 


Para finalizar, un ejemplo de senexcelente proactivo a sus 90 años: Joan Sabater Tobella — doctor en químicas— dice: «Eres viejo el día que no te motiva hacer algo nuevo». ¿Qué opinas?

 

El pensamiento de Joan Sabater Tobella sobre la vejez es muy revelador. Al definir la vejez como la pérdida del interés por aprender, nos invita a reflexionar sobre la importancia de mantener una mente activa y curiosa a lo largo de toda la vida. La senexcelencia, en este sentido, se convierte en un compromiso con el aprendizaje continuo y la búsqueda de nuevos desafíos.

 





Eso es todo por hoy, Gemini. Interactuar contigo es como estar en un universo de infinitas posibilidades. Gracias por estar con nosotros.

 

 



Mi reflexión


Seguramente, el neologismo ʺsenexcelenciaʺ pase a la posteridad como un sinónimo más asociado a la vejez, tercera edad, mayores… etcétera. Pero, ciertamente, la inteligencia artificial ha dado en el clavo. Es, no necesario, sino más bien obligado para esta Humanidad en la que cada vez hay menos natalicios la convivencia de todos los grupos sociales y la desaparición de las etiquetas que asocian a la tercera edad con los tópicos que la descrinan negativamente.

 


La vejez se debe entender como una parte más de la vida. No mueren solo los ancianos. No enferman únicamente las personas de 60+. La muerte o las patologías pueden llegar en cualquier etapa de la existencia. ¿Entonces qué sentido tiene apartar a los mayores? Desde mi humilde punto de vista, cualquier persona activa —tenga la edad que tenga—, es igual de válida para contribuir positivamente en un futuro social igualitario. Venga de Tanzania o de EEUU. Sea hombre o mujer. Tenga veinte u ochenta años. Profese el cristianismo o el judaísmo.

 


Pero, hay más leña en la chimenea. Resulta que somos las personas las que excluimos a los humanos que nos parecen frágiles o tienen arrugas o canas. Cuántas veces oímos a jóvenes decir: «Esa yaya se viste con jeans porque quiere parecer joven». «Ese anciano en vez de ir a la oficina debería quedarse en casa y dejar su trabajo a los jóvenes». Por ejemplo. Aunque, los más crueles suelen ser los mayores pasivos que murmuran cuándo un/a 60+ sigue en un puesto relevante o cuando está de mejor ver que uno de treinta.

 


Señores y señoras de todos los lugares del universo conocido y de aquél que está por conocer, si trabajáramos con la tecnología y elimináramos las etiquetas, la civilización podría fortalecerse. Pero, si nuestros hábitos se estancan, estamos perdidos.

 


Por suerte, los senexcelentes estamos conectados de alguna forma y lo que antes se tachaba de locura, ahora es algo normal: podemos hacer lo que nuestro cuerpo y nuestro pensamiento, nos demande. El tópico: «De los cuarenta para arriba no te mojes la barriga». Es de los pocos proverbios del sabio refranero español, desacertado. Lo cambio por: «Mójate la barriga siempre que el cuerpo te lo pida y a cualquier edad».

 


©Anna Genovés con la IA Gemini 

Cinco de enero de 2025

 






Artículos relacionados con personas 60+ en activo

 

o   Los mayores holdings de España


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o   16famosos mayores de 60 que están mejor que muchos de 40 (y sus trucos paraconseguirlo) 

o 

Mujeresque demuestran que se puede marcar estilo más allá de los 50, 60, 70 y 80 años 

 

o   Emprendedoras a los 60: el éxito del valor de la experiencia


o Jane Fonda desvela cómo ser feliz y envejecer bien: los 85 años son su mejor momento 

 

oMargarita del Val: prestigiosa química, viróloga e inmunóloga española 


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The game of Christmas



El siete de enero de 2019 los niños del colegio Virgen del Socorro regresaron al aula después de las fiestas navideñas.


La señorita Remedios, a punto de jubilarse, seguía con la tradición. Así que, nada más ver a sus vástagos les dijo: «Seguro que tenéis muchas cosas que contarme. ¡Hala! Todos a escribir lo que significa para vosotros la Navidad».


–¡Vaya rollo! –dijo un pelirrojo con cara de espabilado.


–Caín eres un verdadero diablillo. Cara a la pared quince minutos –soltó la maestra señalando al niño con el dedo.

No rechistó nadie más.


Los pipiolos torcieron las boquitas, sacaron las libretas y comenzaron a escribir sus historietas. Tuvieron todo el día para garabatear lo que pensaban con dibujos de colores incluidos. Doña Remedios iba a revisarlos en casa, y, al día siguiente, leería en alto la que más le había gustado.


De los veinte niños que tutelaba, diecinueve explicaron más o menos lo mismo: La Navidad era la festividad de unos papás con un recién nacido. Pero, sobre todo, era la fiesta del dinero y los súper regalos; toda la parentela les daba paquetes con lazos y algún que otro billete sin saber demasiado bien el motivo. Sin embargo, hubo un niño que dejó boquiabierta a la curtida profesora. Se llamaba Damián y acababa de incorporarse al colegio.


La historia era un compendio de sentimientos a flor de piel que comenzaba de la siguiente forma...


..."La Navidad es un juego macabro, una mentira que cada año crece un poco más y te devora a bocados como un lobo hambriento y solitario. ¡Ñam! ¡Ñam! Los adultos dicen que existe para que los niños no pierdan la ilusión, pero son ellos quienes hacen todo. No señorita Remedios, la Navidad se hace por y para los mayores. Vea si no...


Es una fiesta en la que se come, se bebe y se gasta más dinero de lo habitual. O sea, una celebración pagana. Pese a ello, todos los años las familias se reúnen para cenar en Nochebuena o comer en Navidad. Algunas incluso alargan las comilonas por dos o tres días más.









Desde que tengo uso de razón, he visto cómo nos juntábamos para celebrar algo inexistente. Algunos invitados ni nos conocíamos y otros ni se soportaban. Pero en Navidad hay una especie de bulo papal: todos tenemos que querernos y mostrarnos cariñosos.


Lo ve, señorita Remedios, es un juego macabro. Fíjese, los anfitriones cambian con el tiempo. Un año puedes ser invitado y otro anfitrión. Pero… ¿en qué consiste el juego? Se preguntará usted. Muy sencillo, cuando eres anfitrión tienes que ser el mejor ‘en algo’. Si la familia se recoge en tu casa, esta debe ser la más bonita, la más limpia o sus dueños ser los mejores cocineros o los más ricos o los más generosos. En fin, que todo es una farsa envuelta en papel de regalo, lazos brillantes, luces de colores, trufas de chocolate y comida a tutiplén.


Ciertamente nunca me gustó; obliga a regalar y a que te regalen. Y aunque sea el regalo más feo que jamás te hayan hecho, pones cara de felicidad. Después, si puedes lo devuelves y si no te ciscas en el que te lo ha dado y lo 'requeteregalas' a un tercero o lo tiras a la basura. Y cuando tienes que ir, por narices, a recoger los regalitos de los que no estaban invitados a la fiesta, ¡menudo rollo! Con lo a gusto que está uno viendo la televisión, jugando con la Play o, simplemente, wasapeando con los amiguetes.


Además, cada año se alarga un poco más; la pre-Navidad está insoportable. Descubres a tu mamá poniendo verde a una de tus tías. O escuchas a un primo soltar sapos de tu papá. O no soportas a tu hermano. Luego, en la mesa, todos reímos. ¡Mentira! ¡Mentira! ¡Y mentira! Por eso, el año pasado, busqué en YouTube cómo hacer un cortocircuito. De verdad que no pude remediarlo.


Después del banquete y el aguinaldo, me senté en la otra parte del salón; estaba alucinado por las sonrisas y los abrazos hipócritas que se proferían los unos a los otros. Y, de repente, ¡boom...!!! El árbol repleto de adornos, estalló. El ruido fue tan grande que estuve un buen rato sin escuchar ni ‘mu’."...










De improviso, un cliché antiguo nubla la mente de doña Remedios…


Se ve de niña con un vestido capeado muy hueco y una lazada en la cabeza. Iba cargada de regalos; tantos que ninguno le gustaba. Y le dolía la tripita de comer turrón. Su mami la reñía: «¡Eres una niña muy llorona! ¡Una glotona maleducada! ¡Nunca tienes bastante con nada!». Le repetía una y otra vez. Ella estaba tan cansada de sus gritos que le echó los juguetes a la cabeza hasta que cayó al suelo y dejó de chillar. Nunca más volvió a reñirla. Nunca más celebró la Navidad.


Con este tétrico pensamiento, doña Remedios entra en clase y les dice a los niños que el ganador es Damián. De inmediato, comienza la lectura de su cuento.


El niño se pone rojo como un fresón. Entonces la profe le dice:


–Tranquilo Damián, aquí nadie celebra la Navidad. O, mejor dicho, la celebramos todos los días. De hecho, solo nos levantamos para hablar de la Navidad y cada año se une a nosotros un niño más.


–¿Un niño malo, señorita Remedios? –pregunta la criatura.


–Nada de eso. Un niño que dice la verdad y hace alguna que otra travesura. 


Doña Remedios sonríe a Damián y los ojos cetrinos del niño cobran vida. Acto seguido, observa a sus compañeros y descubre que todos llevan vestidos roídos y sonrisas putrefactas. El niño chilla con todas sus fuerzas.








–¿Lo has comprendido, corazón? –le pregunta la maestra. El niño mueve la cabeza afirmativamente.


–¿Entonces yo…?


–Así es, Damián. Tú tampoco te salvaste de la explosión. Y tus compañeros, de una u otra forma, acabaron con la Navidad y terminaron bajo tierra o en una urna virginal.


–Quizá sea la mejor forma de acabar con el juego de la Navidad. Como decía alguien en mi otra vida. No recuerdo su nombre: «No une la sangre. Une la cercanía». Usted, señorita Remedios. Usted y mis compañeros, son mi verdadera familia. Así que, de ahora en adelante, celebraré la Navidad con vosotros. Sin mentiras.


–Me parece estupendo, Damián.


El niño termina su relato bajo la atenta mirada de sus amigos.


Doña Remedios lo aplaude secundada por una veintena de monstruitos desdentados: habitantes del más allá.








©Anna Genovés
18 de diciembre de 2018

Revisado el veintiuno de diciembre de 2024




The game of Christmas

by on 17:17:00
The game of Christmas El siete de enero de 2019 los niños del colegio Virgen del Socorro regresaron al aula después de las fiestas navideñas...