Entradas

La verdadera Pulgarcita

                                                 La verdadera Pulgarcita     Flor que pierdes tus hojas a cada instante del día,   ausente del peligro que te rodea   y que acabará con tu vida.     Carmela siempre había deseado tener una niña de cabellos trigueños, una niña preciosa que endulzara su acostumbrada e insípida vida. Era creyente, y parece ser que los querubines celestes le otorgaron su pretendida aspiración. Un cálido día de primavera temprana, cuando los almendros piaban floridos como perlas nacaradas, su preciada muñequita nació. Era un bebé diminuto y agraciado, con ojos verde oliva, piel sonrosada y hermosa cabellera dorada. Carmela, recordando sus cuentos de niña, decidió llamarla “Pulgarcita”.   Cuando la pequeña comenzó a ir al jardín de infancia, su estrafalario nombre le acarreó verdad...

Trato sangriento

Torres de Carne y Silicio

Giggi ojos tristes